Rey proyecta reabrir Antracitas del Bierzo y emplear a 250 trabajadores
El empresario minero planea invertir tres millones y pide autorización a la Junta .
El empresario minero y ex alcalde de Bembibre, el octogenario Antonio Rey, quiere volver a extraer carbón en el Bierzo, a pesar del declive que vive el sector minero, y ha solicitado autorización a la Junta de Castilla y León para reabrir el grupo Toreno de la desaparecida Antracitas del Bierzo, sociedad con la que explotó entre 1979 y 1993 la concesión de ocho mil hectáreas en la linde entre los municipios de Toreno, Bembibre y Noceda.
Rey, que lleva desde el año pasado resolviendo los trámites administrativos, pretende contratar a 250 trabajadores para extraer hasta 380.000 toneladas al año, según fuentes próximas a la iniciativa. La reapertura del grupo Toreno, que reúne ochenta concesiones administrativas en una extensión de ocho mil hectáreas de terreno —la mayor es la de la mina Carmen— permitiría crear además el triple de puestos indirectos de trabajo, lo que supondría, de consolidarse el proyecto, un millar de empleos en una cuenca como la del Bierzo Alto donde otro empresario como Viloria todavía está pugnando por reabrir la mina subterránea de Alto Bierzo.
Antonio Rey, que adquirió las concesiones a la antigua Minero Siderúrgica de Ponferrada en 1979, ya ha remitido a los servicios técnicos de la administración autonómica el proyecto de explotación del grupo minero Toreno, que incluye el yacimiento subterráneo y el cielo abierto, los planes de seguridad y salud, y los planes de restauración, entre otros requisitos.
El empresario ha llevado con discreción sus planes para reabrir Antracitas del Bierzo, veinte años después de su cierre, pero la demora ya está generado impaciencia en su entorno.
La reapertura del grupo Toreno obligaría a invertir en torno a tres millones de euros para poner al día la explotación, que Rey aportaría mediante créditos bancarios. Fuentes próximas al empresario recalcaron que Rey no tiene intención de solicitar ninguna subvención pública porque la explotación es viable en sí misma.
Una vez confirmada la autorización, la mina de interior podría comenzar a producir en breve, después de las labores de mantenimiento, porque ya existe una infraestructura sobre la que apoyarse.
Antracitas del Bierzo se sometió en octubre de 1993 a los planes de reconversión del Gobierno junto a las antiguas Antracitas de Marrón y Combustibles de Fabero y presentó un expediente de extinción de contratos para sus últimos 145 trabajadores. Sólo unos meses antes, la misma empresa había sufrido un accidente en el pozo Berciego, ya cerrado en Robledo de las Traviesas, que había costado la vida a dos trabajadores que realizan labores de mantenimiento y por el que se consideró responsables de una falta de imprudencia a Rey, un vigilante y un facultativo. El empresario entiende ahora que todo el carbón de esa zona del Bierzo Alto sigue siendo rentable.