El PP denuncia a Folgueral por autorizar grafitis en contenedores

El grupo de concejales del PP en la oposición municipal de Ponferrada presentó una denuncia en el propio Ayuntamiento contra el alcalde Samuel Folgueral y los concejales de Cultura, Santiago Macías; Deportes y Juventud, Sergio Gallardo; y de Medio Ambiente, Cristina López, por «autorizar, promover y consentir» que un grupo de 24 grafiteros de la ciudad pintaran el pasado fin de semana otros tantos contenedores de vidrio mediante un concurso con premios de 400 euros, a repartir entre los tres mejores. Según el grupo de concejales que dirige el ex alcalde Carlos López Riesco, la ordenanza de Protección de Espacios Públicos, Limpieza y Recogida de Residuos en el término municipal de Ponferrada (ver BOP del 12 de mayo de 2004) «prohibe expresamente la realización de pintadas en el mobiliario público». Y ello con independencia de si estas pintadas han sido promovidas o no por una administración pública. La ordenanza tipifica este hecho como «infracción grave o muy grave» y sancionable, según recogen los artículos «81 b) 2» y «81c) 5».

De esta forma, tras la denuncia, el PP exige que por parte del Ayuntamiento se abra el correspondiente expediente sancionador contra el alcalde y los citados concejales del equipo de gobierno «por vulneración» de la normativa municipal y se les obligue a restituir a su costa el mobiliario público pintado. «De no abrirse el oportuno expediente y de no resolverse en tiempo y forma, este grupo entenderá que se está incurriendo en prevaricación por parte de los responsables políticos y administrativos correspondientes, reservándonos, en su caso, el derecho a ejercer las oportunas acciones legales», indica el grupo de Riesco. Los ediles populares de —que también exigen responsabilidades políticas con la dimisión del alcalde y sus ediles— califican de «aberración» que se consienta, «de manera consciente», efectuar pintadas en los contenedores de residuos urbanos. El PP no entra a valorar ni juzgar las pintadas realizadas, ni a los grafiteros, pero sí manifiesta «su absoluto desacuerdo» con el concurso promovido por el alcalde, «por considerarlo infructuoso respecto a los fines que persigue y por considerarlo ilegal, un derroche y gasto inútil».