LAS CONSECUENCIAS DEL TEMPORAL
Los desembalses desbordan el Sil
La crecida no llegó a cortar el acceso y Folgueral anuncia una reunión con Ponfesil
Un desembalse programado para aliviar la presa de Bárcena tras las últimas lluvias desbordó durante la madrugada de ayer el río Sil a su paso por Toral de Merayo y reavivó la polémica que enfrenta a vecinos de Flores del Sil, por un lado, y a los de la pedanía situada aguas abajo y la Confederación Hidrográfica del Miño-Sil (CHMS), por otro. No fueron más que unos quince centímetros, según las estimaciones del concejal de Seguridad del Ayuntamiento de Ponferrada, Aníbal Merayo, pero sí resultaron suficientes para que la asociación de vecinos El Castro de Toral volviera a reclamar la construcción del dique que debe encauzar el río.
El alcalde, Samuel Folgueral, por su parte, respondió a la convocatoria de una manifestación en contra del trazado que propone la CHMS el día 5 de marzo anunciando una próxima reunión con el presidente de la plataforma Ponfesil, Carlos Álvarez, que agrupa a los descontentos de Flores del Sil. «No se puede perder la inversión. Hay que llegar a un acuerdo y no seré yo el que arroje la toalla», manifestó a este periódico para adelantar que ejercerá una «labor de mediación» entre la plataforma y la CHMS.
El agua del desembalse invadió fincas y el campo de fútbol y alcanzó parte de la carretera de acceso a Toral desde Flores del Sil, obligando a la Policía Local de Ponferrada controlar el tráfico por el puente. Terrenos adyacentes a la carretera resultaron inundados y durante la mañana, una máquina trabajo en la zona para evitar que cortara el acceso. «Esto es lo que irá pasando de no ejecutarse la obra de protección sobre el río Sil», advirtió en una nota la asociación El Castro, en contra del argumento de Ponfesil, que considera que el proyecto actual no servirá para evitar las riadas.
Además del alcalde de Ponferrada, el propio concejal de Seguridad instó ayer a las partes a «ceder un poco» y alcanzar un acuerdo que permita la construcción del dique, con un presupuesto de 2,8 millones financiado en su mayor parte con fondos europeos que se pueden perder si no se realiza la obra a tiempo. Merayo, que confirmó que el origen de la riada estuvo en el desembalse programado por la CHMS a las tres de la mañana, instó a «dejar a un lado los intereses particulares y poner por delante los generales», para evitar «sustos» como el que ayer se llevaron los vecinos de Toral. La CHMS ya ha asegurado que no construirá el dique si hay oposición vecinal. Ponfesil, por el contrario, cree que el organismo busca excusas para no hacer la obra.