con el sil rebosante de agua
Vecinos de Toral piden a la CHMS que haga el dique aunque Ponfesil se oponga
La asociación El Castro inicia su propia recogida de firmas y amenaza con protestas.
César Recamán y Alejandro Merayo, vicepresidente y presidente de la asociación El Castro, ayer en el puente de Toral de Merayo.
«Si no se hace esta obra, todos perdemos», aseguraba ayer, al pie del puente de acceso a Toral de Merayo y con el río Sil rebosante de agua el presidente de la asociación de vecinos El Castro, Alejandro Merayo, para referirse a la necesidad imperiosa de que se construya el dique proyectado por la Confederación Hidrográfica del Miño Sil (CHMS) para canalizar las crecidas y sobre todo, un viaducto nuevo que evite que los habitantes de la pedanía y los pueblos de Rimor y Ozuela se vean obligados a dar un rodeo para comunicarse con Ponferrada cuando el cauce se desborda.
El presidente de la principal asociación del pueblo, que va de la mano de la Junta Vecinal en sus reclamaciones, se dirigió expresamente al presidente de la CHMS, Francisco Marín, para pedirle «que se moje» y se atreva a adjudicar el proyecto que sale a licitación en 2,8 millones de euros a pesar de la oposición de la plataforma vecinal del barrio de Flores del Sil, Ponfesil. Merayo aseguró que de las 2.600 firmas recogidas por Ponfesil, más de un millar «no son válidas» y el resto son «engañosas» porque «los que firmaron, incluyendo a vecinos de Toral de Merayo lo hicieron por la sostenibilidad de Flores del Sil y no para que no se haga el dique» con su proyeco paralelo del puente nuevo.
Merayo, que convocó a la prensa al pie del actual puente, insistió en que detrás del rechazo de Ponfesil al trazado que propone la CHMS y que apoyan los vecinos de Toral de Merayo hay «intereses especulativos» por parte de los propietarios del terreno afectado por el encauzamiento, que han pedido una expropiación del suelo si se mantiene el trazado del dique.
El presidente vecinal anunció el inicio de una recogida de firmas para avalar la posición de la pedanía los pueblos limítrofes y recordó que los casi tres millones de euros sólo deben ser el inicio de una inversión más ambiciosa de 23 millones para crear un paseo a lo largo del río. Merayo reiteró que los vecinos de Toral agotarán el diálogo, pero si no consiguen nada «habrá movilizciones».