El Bierzo tiene 200 hectáreas de suelo industrial sin empresas

El fracaso de las políticas de promoción industrial en el Bierzo tiene el nombre de tres polígonos; La Llanada, La Rozada y El Bayo. Entre los tres, más algunas bolsas de suelo libres en otras áreas más consolidadas , suman casi dos millones de metros cuadrados —o lo que es lo mismo doscientas hectáreas— en busca de empresas que les den sentido, según los datos facilitados por los distintos ayuntamientos promotores.

La mitad del suelo industrial libre se encuentra en el macropolígono del Bayo, la apuesta de la Junta de Castilla y León en menor medida de los ayuntamientos de Ponferrada y Cubillos para atraer a grandes empresas, necesitadas de grandes parcela, y donde sólo Tvitec mantiene una actividad importante después de siete años. Pero otras zonas que despegaron muy deprisa hace tres lustros, como La Llanada en Ponferrada —una área planificada en el año 2000 con 700.000 metros cuadrados y donde apenas quedan dos centenares de trabajadores en la factoría de LM, que ha estado a punto de cerrar, y en el centro de transferencia del CTR del millar que llegó a contar— o La Rozada en Toral de los Vados —desangelada desde el cierre de Vitrocristalglass— acaparan prácticamente la otra mitad del terreno libre.

La fiebre por los polígonos industriales de los años del crédito fácil y las ayudas del Plan del Carbón, que salpicó la comarca de pequeñas y grandes zonas empresariales, ha dejado ahora una resaca de cinco mil empleos perdidos desde el comienzo de la crisis en el año 2008, según estimaciones que maneja el sindicato CC OO. El llamamiento de los ayuntamientos de Ponferrada y Cubillos en la última semana para que la Junta baje el precio del metro cuadrado en el Bayo —en torno a 30 euros— o llegado el caso lo regalara, ha dejado en evidencia a otras zonas industriales que nacieron como alternativa a la minería y al día de hoy han fracasado.

No siempre fue así. «El polígono ponferradino de La Llanada se ha convertido ya en un fenómeno de atracción de industria que concentra a más de un millar de puestos de trabajo y que constituye el mayor éxito de generación de empleo alternativo a la minería del carbón de la provincia», recogía Diario de León en marzo de 2002. El polígono tocó techo poco después con dos mil trabajadores, la mitad de ellos en LM. Pero a partir de ahí, el chasco de inversiones fantasmas como la de SAF y la caída en picado del sector eólico, con el cierre de Comonor, Grapibi, y la salvación de LM en el último momento, pero con apenas 180 empleados, ha dejado a La Llanada por debajo del nivel de empleo que todavía mantienen la cercana Aceros Roldán, con cuatrocientos obreros. El fracaso de la Llanada contrasta, sin embargo, con el mantenimiento del Parque Industrial del Bierzo, más cercano al centro de Ponferrada y donde sólo la operadora Teleperformance mantiene 800 empleos.

El trauma de Vitro

La Rozada, con 300.000 metros en Toral de los Vados, es otro ejemplo de área industrial donde las naves construidas y las parcelas urbanizadas comienzan a criar telarañas. «Para nosotros fue muy traumático el cierre de Vitro, con 450 trabajadores», cuenta el alcalde, Pedro Fernández, que también ha visto como la crisis y el cambio de Gobierno se llevaban por delante el proyecto para construir un centro logístico —puerto seco— en su municipio. Fernández no es partidario, sin embargo, de que las administraciones aporten grandes subvenciones a las empresas porque «atraen a cazadores de subvenciones».

Otros municipios como Bembibre, donde su polígono sí ha crecido con las ayudas del Plan del Carbón, mantienen el tipo. En Bembibre, el 75 por ciento del 1,3 millones de metros cuadrados está ocupado y sus naves dan empleo a 800 personas. El Ayuntamiento incentiva la instalación de empresas con descuentos en IAE y licencias o en el alquiler de naves.

Chascos más pequeños se han llevado en Villafranca, donde el área de Vilela, con 20.000 metros libres, no termina de arrancar y sólo Traviesas del Norte tiene actividad regular.

Más sangrante es la situación de Fabero, donde la falta de normas urbanísticas actualizadas bloque la instalación y ya dio al traste con el proyecto de la fábrica de neumáticos.

En Carracedelo, y con el suelo también a 30 euros, todavía hay suelo en el polígono de Villanueva y en Las Malladas, cuenta el alcalde Raúl Valcarce.

Pero al margen del de Bembibre, es el polígono de Cabañas Raras, muy cerca del Bayo y que también sufrió en su día el cierre de Comonor, el que empieza a dar señales de salir del letargo. El alcalde, Juan Marcos López, que también concede incentivos fiscales, adelantaba que tres empresa dedicadas a la distribución, la construcción y la agroalimentación, crearán 50 empleos nuevos.