El pulpo del Sil al Guinness

Apretó el calor, por lo que Adriano decidió levantar la mano del pimentón. Ya se sabe que para entrar en el círculo de los elegidos hay que sufrir, luchar contra los elementos, si es preciso, y darlo todo. Y eso es lo que hicieron ayer los cocineros, demás profesionales, público y curiosos que se acercaron para dar fe de la entrada de Ponferrada en el Libro Guinness de los Récords, a los que un sol de justicia y temperaturas veraniegas parecían invitar más a degustar un helado que a dar cuenta de una tapa de pulpo.

Sin embargo, todos tenían claro que el protagonista era éste último. Concretamente 508 kilos de cefalópodo, de lo que dio fe el ilustre notario José Pedro Rodríguez, que comenzaron a erizar las puntas de sus brazos a las cinco de la tarde al entrar en contacto con el agua hirviendo de las once calderas de cobre preparadas para la ocasión.

Adriano Morán, que reconocía haber pergeñado esta idea «en los momentos en los que no tengo que atender el negocio», oficiaba de maestro de ceremonias, mientras en los quemadores se encontraban como cualificados pinches de cocina Ramón Villa, presidente de la Academia de la Gastronomía de León, Juanjo Pérez y Yolanda León, de Cocinando León, Juan Arturo Prada, de Catering Bierzo y Jesús Prieto del restaurante Serrano de Astorga. Junto a ellos las pequeñas y televisivas master-chef de horario infantil, María, Alba, Cristina y la berciana Esther, para regocijo del público más joven. Y como ingrediente imprescindible cuando se habla de pulpo, no faltaron los sonidos de las gaitas, a cargo de la Escuela de Gaitas del Centro Galicia de la capital berciana.

Pero junto al espectáculo y toda la parafernalia que rodeó al evento, había un reto que superar: entrar en el Guinness. Y éste se consiguió cuando el sol empezaba a declinar. Cuando tajazo tras tajazo, corte tras corte se fue cubriendo la tapa de cinco metros de diámetro preparada para la ocasión y que pulverizaba todos los registros anteriores. De hecho la entrada en el Guinness estaba casí asegurada pues no había constancia por estos lares de otro hito en esta ‘modalidad competitiva’, si bien sí se tiene conocía la elaboración de una tapa de 2,60 metros de diámetro con 150 kilos de pulpo en la capital gallega de este producto gastronómico, O Carballiño (Orense).

Más de 2.000 tapas de pulpo se repartieron entre los asistentes a un precio de cinco euros, donde se incluía el plato y el vaso —rotulados con referencias al reto superado—, limonada y pan, desatinándose los beneficios a Cruz Roja.

El alcalde de Ponferrada, Samuel Folgueral destacó la importancia de celebrar este tipo de eventos para «crear sociedad, barrio y vecindad que es lo que realmente importa.