«Pese a la situación de Compostilla, no bajará la inversión en prevención»

Dentro del futuro incierto que rodea al sector eléctrico en nuestro país, y más en las unidades de producción ligadas al carbón, desde la dirección de Prevención de Riesgos Laborales del grupo Endesa se tiene claro que «no es lo mismo dedicarse a la energía eléctrica que vender zapatos o pasteles», por lo que, su máximo responsable, Segundo Caeiro garantiza las inversión en políticas de prevención de riesgos laborales independientemente de la situación del sector.

—¿Cuál es la situación de Compostilla dentro del grupo a nivel de prevención de riesgos laborales?

—Los datos son muy similares a los que se dan en el resto del territorio nacional, donde la evolución de los últimos años ha sido sustancialmente positiva. Compostilla es donde iniciamos nuestra actividad empresarial, donde nació Endesa, y siempre la hemos tenido como una referencia en todos los aspectos, y fundamentalmente en el prevención. Hemos trabajado muy intensamente en todos aquellos aspectos que se podía mejorar y que después, su buena práctica, la hemos trasladado a otros centros de trabajo.

—¿Cuáles son los principales riesgos?

—Además de Compostilla, ahí tenemos la parte hidráulica, que es una parte importante en cuanto a la actividad y los riesgos que comporta, y donde el año pasado, desgraciadamente falleció un contratista realizando su trabajo. Los riesgos fundamentales de las dos estas referidos a los que tiene que ver con el sector eléctrico en general. Hay dos riesgos que son fundamentales y quizás sea más sustancialmente importante en el sector eléctrico en Compostilla y el de caída en altura en las hidroeléctrias. Sin bien los dos son riesgos importantes. Estos son los que forman parte de los riesgos más importantes y los que, al fin y a la postre terminan motivando los accidentes más graves.

—Este año Compostilla ha tenido que destinar a sus propios trabajadores para realizar tareas que antes realizaban subcontratas. ¿Cómo ha sido el proceso de reciclaje?

—Hay que reciclar a los trabajadores permanentemente en aspectos relativos a seguridad. Eso es algo que forma parte de nuestro trabajo diario. Y en este caso con mayor motivo, pues, efectivamente, eran trabajos que no estaban siendo realizados desde hace tiempo por trabajadores propios, y, efectivamente hemos intensificado esa formación y hemos profundizado en la misma. Pero estamos hablando de unos trabajadores que se han educado en la central térmica, en las instalaciones y los trabajos que ahora desempeñan no eran desconocidos para ellos.

—¿Cómo se vende eso de invertir en prevención en tiempos de crisis?

—Nosotros en ningún caso hemos bajado ni vamos a bajar el nivel de inversión en prevención, sino todo lo contrario, lo hemos intensificado. Para nosotros, a parte de ser una obligación, forma parte de nuestra responsabilidad social, además es rentable. No solo para nosotros, sino para las empresas auxiliares. Demostramos que las empresas contratistas que mejores indicadores en materia de seguridad tienen son las que mejores resultados nos dan en materia de calidad. Nosotros aquí no hemos bajado la guardia en absoluto. En cuanto al futuro, nosotros queremos ser referente en prevención. De hecho, durante dos años consecutivos hemos obtenido el número uno en el índice Dow Jones Sustaninabilidad en el sector eléctrico a nivel mundial.

—Se habían marcado el reto de ‘Cero accidentes’, ¿están cumpliendo los objetivos?

— Estamos camino de lograrlo. El cierre del ejercicio del año pasado en trabajadores propios se situó en 0,42 el número de accidentes por millón de horas de trabajo. Se ha reducido drásticamente con respecto a 2004, donde estábamos en un nivel del 14, y ahora hay sectores que se siguen moviendo en torno al 18. Y en eso, en todo caso estamos.

— ¿Y nuevos retos?

— El de las enfermedades emergentes. Un riesgo más difícil de gestionar, que no tienen nada que ver con los riesgos tradicionales que conocemos, pero que creemos que es algo importante, porque las personas tienen que trabajar en las mejores condiciones psíquicas y físicas. Y nosotros nos hemos preocupado mucho por la salud de las personas y por llevar a cabo una adecuada política en evaluación de riesgos psicosociales, tratando, no sólo de dar cumplimiento a la ley, sino de tratar de sacar un poco de beneficio del mismo.

—Y entre ellos...

—El estrés sin duda. La mayor causa de abstentismo laboral en nuestro país. En torno al 40% de las bajas que se producen en las empresas están motivadas directa o indirectamente por el estrés. Nosotros le damos un tratamiento específico con los servicios médicos y con un acuerdo de colaboracion con la Once, y también incentivamos a los trabajadores para que practiquen deporte.