La Miño-Sil actúa en el arroyo de Campo para prevenir inundaciones

La Confederación Hidrográfica Miño-Sil ha intensificado en los últimos días los trabajos de restauración hidrológico-forestal en el arroyo Reguera de la Vega de Campo (Ponferrada). Dicho arroyo discurre paralelo a la zona urbana y está incluido en un área de riesgo potencia del inundación, por lo que el organismo de cuenca ha decidido intervenir inmediatamente tras detectar una importante presencia de vegetación arbustiva, restos de madera muerta y lodos que contribuyen a reducir la sección del cauce. A todo ello hay que sumar también los problemas de erosión y desmoronamiento de ambas márgenes, que provocan que, de forma habitual, el agua circule fuera del cauce.

Una brigada formada por una cuadrilla forestal ocho operarios se está encargando de los trabajos, en los que la Miño-Sil invertirá 22.859 euros y que servirán para «mejorar la estructura de la vegetación de ribera y la continuidad longitudinal del cauce para recuperar la sección de evacuación original del mismo». Con ello, se pretende «aminorar los daños en infraestructuras y fincas colindantes durante las inundaciones por avenidas extraordinarias», explicaron fuentes de la Confederación.

Además de mejorar la estructura vegetativa, se retirarán los lodos acumulados que, en momentos puntuales, provocan inundaciones en los caminos y fincas. En cuento a los problemas de desmoronamiento y erosión detectados, serán solucionados mediante técnicas de bioingeniería. Se construirá una empalizada de defensa de ramaje vegetal vivo de salicáceas para proteger el pie del talud de la erosión hidríca. Los restos que se generen de estos trabajo bien se ofrecerán los vecinos para su uso doméstico o bien se triturarán ‘in situ’ para aumentar la cantidad de nutrientes.