EL VERMÚ RECUPERADO
La alquimia de Guerra
La Feria del Vino acoge la presentación del vermú que recupera la fórmula del visionario empresario cacabelense
Pablo Franco con dos botellas del vermú Guerra
El libro de pócimas mágicas del visionario cacabelense Antonio Guerra sigue más vigente que nunca. Así se puso de manifiesto en la mañana de ayer, cuando a las doce de mediodía, hora tan típica para degustar un buen vermú como la de las cinco para disfrutar de una corrida de toros, se descorchaban las primeras botellas del vermú elaborado por la cooperativa Vinos del Bierzo partiendo de la receta del empresario cacabelense.
Un tributo a Antonio Guerra, pero también a las variedades de uva más significativas de la provincia de León. «La mayoría es uva Mencía, pero también tiene Godello, Doña Blanca y un poco de Prieto Picudo, para que estén todas las variedades representadas», apunta el gerente de la bodega, Pablo Franco. Entre ocho y 14 meses macerando en barrica junto a más de 40 extractos de hierbas, raíces, flores y especias han dado como resultado uno de los primeros vermús reserva de Castilla y León.
El nuevo producto de la cooperativa cacabelense saldrá la mercado en sus variedades rojo y blanco reservas, y «a un precio acorde a otras ofertas que hay en el mercado. El precio no va a ser un factor determinante para su adquisición», apunta Franco, seguro de que la calidad será lo que marque la diferencia.
Por el momento el objetivo de la bodega es comercializar el producto en la comarca del Bierzo y en León, así como el mercado norteamericano. «Para el consumo interior, la presentación será en una botella de un litro, mientras que para EEUU, nos imponen que sea de 3/4».
El reto que se ha marcado la cooperativa con este producto —que comienza a materializar así su intención de convertirse en marca de bebidas— es alcanzar en un plazo de tres años los 100.000 litros de vermú comercializados.