El Banco de Tierras adjudicó ya más de 200 parcelas para su cultivo

Los presidentes de la Diputación de León y del Consejo Comarcal del Bierzo, Marcos Martínez y Alfonso Arias, rubricaron ayer en Ponferrada el convenio de colaboración de cien mil euros —financiados en un 80 por ciento por la institución provincial— que permitirá a la entidad comarcal ahondar en el desarrollo del Banco de Tierras del Bierzo, creado en marzo del año pasado. Quince meses después de su puesta en funcionamiento, está más que asentado, cuenta con un número de parcelas importante y constituye, desde luego, uno de los principales polos para el desarrollo del sector agropecuario en la comarca. Y es que ya han sido adjudicadas más de 200 parcelas y 89 de esas adjudicaciones se han hecho en el primer semestre del presente ejercicio, frente a las 115 que se realizaron entre marzo y diciembre del pasado año.

Según los datos aportados ayer por Arias, el Banco de Tierras del Bierzo gestiona un total de 900 parcelas en 22 municipios y ha firmado ya 104 contratos de arrendamiento (53 en 2013 y nada menos que 51 en lo que va de 2014, casi la mitad). La mayoría de los contratos se han suscrito con particulares, pero también hay acuerdos con juntas vecinales. Todo ello para poner en valor, cabe recordar, las fincas que a lo largo y ancho de la geografía comarcal están en baldío, pese a su enorme potencial agrícola.

Además, la firma de un convenio con la empresa Frugabier para comercializar productos nacidos de tierras gestionadas por este banco ha permitido —consideró el presidente del Consejo— «cerrar el círculo» y ofrecer unas garantías a quienes se animan a recuperar el sector primario con la puesta en valor de tierras abandonadas. El acuerdo con Frugabier se hizo efectivo en enero de este año y a su amparo se comercializan 19 productos hortícolas cosechados por los arrendatarios.

Horticultura y cereal

La producción hortícola y de cereal es el principal fin al que se destinan las parcelas arrendadas con la intermediación del Banco de Tierra del Bierzo. Los datos aportados por la institución comarcal son claros al respecto. De las 89 parcelas adjudicadas este año, más del 40 por ciento (36) se han destinado a este fin, frente a las quince dedicadas a la apicultura, otras tantas a la plantación y producción de frutales, catorce para viñedos en producción, media docena para el aprovechamiento ganadero de pastos, dos para la plantación de frutos silvestres y tan sólo una para la explotación de castaños en producción.

La tónica es la misma que la de 2013. De los 115 terrenos adjudicados entonces, 46 se destinaron a horticultura y cereal, en 36 se explotaron viñedos, once se dedicaron a árboles frutales —siete para nueva plantación de pera y manzana, y cuatro para cerezos en producción—, en diez parcelas se instalaron dos granjas de caracoles, de cinco se aprovecharon los pasos para uso ganadero, en tres se colocaron colmenas y otras tres se destinaron al aprovechamiento de los castaños. Por su parte, la plantación de frutos silvestres y la producción de almendros fue residual con una única parcela dedicada a cada una de estas actividades.