«Mucha gente medicada por depresión no la tiene, simplemente no duerme bien»

Nació en Ponferrada en 1955 y ejerce como profesor y jefe del Departamento de Ciencias de la Salud Poblacional en la Facultad de Medicina y Salud Pública de la Universidad de Wisconsin (Estados Unidos). Francisco Javier Nieto está considerado una referencia en su campo de estudio y ayer impartió en la capital del Bierzo una conferencia dirigida a los profesionales de Atención Primaria en la que abordó los trastornos del sueño y la relación que éstos guardan con el desarrollo de determinadas enfermedades crónicas, fundamentalmente cardíacas o cardiovasculares, pero también con otras de alta prevalencia, como el cáncer.

Queda mucho por investigar en este campo en términos médicos y el desarrollo de los estudios que determinen la incidencia real de este tipo de trastornos, que comenzaron a hacerse hace tan sólo dos décadas, debe ser el reto inmediato de la autoridad sanitaria. Francisco Javier Nieto comentó ayer con Diario de León algunos de los principales aspectos vinculados a esta patología.

—¿Porque cada vez es mayor el número de personas que sufren apnea del sueño?

—Vivimos en una sociedad en la que hay una explosión epidémica de la obesidad y ésta es la principal causa de la apnea. Aunque hay gente que tiene apnea porque sufre un trastorno en la motilidad de las vías aéreas, que se colapsan, generalmente los trastornos del sueño se relacionan con el sobrepeso, tanto en niños como en adultos. Es un tema que está adquiriendo proporciones casi, casi catastróficas. A ello hay que unir además que cada vez es mayor la proporción de personas que interrumpen el sueño de manera voluntaria.

—Entonces, ¿la gente no duerme cuando debería?

—Lo que pasa es que ahora estamos sometidos a una oferta excesiva de información, a través de las nuevas tecnologías y las redes sociales. Ahora hay televisión 24 horas al día, podemos conectarnos por Skype con amigos que están en la otra punta del mundo. Es decir, cada día hay más incentivos para hacer cosas a la hora que deberíamos estar durmiendo. La gente no duerme, no duerme lo suficiente. Cada vez es mayor el porcentaje de personas que duermen siete, seis o menos horas. Las consecuencias de esto todavía no las conocemos del todo, pero lo que está claro es que la gente no es consciente de las graves repercusiones que este comportamiento puede tener para nuestra salud.

—La obesidad es la principal causa de sufrir trastornos del sueño, pero también está demostrado que no dormir bien produce desequilibrios en el peso.

—Cierto. Es como un círculo vicioso. La apnea del sueño incrementa la obesidad, ya sea por cuestiones de conducta u hormonales. Si uno no duerme bien, está cansado y entonces tiende a ser menos activo, más sedentario. Pero, además, la falta de sueño altera el balance de las hormonas y la gente que no duerme suficiente tiene tendencia a tener más apetito y a comer más.

—¿Es difícil detectar la apnea o el insomnio y colocarlo entre las causas de otras enfermedades?

—El problema con los trastorno del sueño es que con gran frecuencia no se diagnostican. Hay estudios que estiman que el 80% de la gente con trastornos del sueño no está diagnosticada en parte porque los profesionales sanitarios no investigan. Por ejemplo, mucha gente que es diagnosticada de depresión no la tiene, simplemente es que no duerme bien. Se le refiere a un psiquiatra y éste no investiga la problemática que puede haber subyacente de sueño, le diagnostica depresión, le da antidepresivos y esta personas va a ser un depresivo toda su vida. Esto es un problema grave, porque si el lugar de tomar antidepresivos se le da una solución a su trastorno del sueño, podría recuperar una capacidad funcional normal.

—Es malo dormir poco, pero ¿y dormir en exceso?

—La gente que duerme en exceso generalmente lo hace porque tiene algún problema o alguna enfermedad, porque tiene algún tipo de depresión, pero no puede considerarse un trastorno por sí mismo, dado que generalmente esto responde a unas características concretas de cada persona.

—Entonces, ¿en qué lugar queda la siesta?

—La siesta puede ser tanto una actividad saludable como un síntoma de una falta de salud. Es decir, en teoría no es malo si lo haces porque te lo pide el cuerpo, pero el problema es que la siesta a veces puede ser también un síntoma de que estás cansado porque no estás durmiendo bien durante la noche, porque tienes apnea o insomnio. De hecho, hay estudios que sugieren que la gente que toma siestas tiene mayor mortalidad. En mi opinión, eso no es porque la siesta influya en la mortalidad, sino porque en ese caso es un síntoma de una enfermedad subyacente que está haciendo que esa persona durante el día esté cansada.