Lustre al túmulo de los marqueses
El director de Patrimonio presenta tras 3 años de trabajos y 40.000 de inversión la restauración del monumento funerario situado en la cripta de La Anunciada.
Saiz toca el neopreo aislante bajo uno de los leones del túmulo.
Tres años de trabajos con una inversión pública de 40.000 euros han permitido recuperar del deterioro secular el túmulo funerario de los marqueses de Villafranca. Una pieza única en España, equiparable a las del Escorial, surgida de la floreciente etapa del Renacimiento de factura italiana, a caballo entre los siglos XVI y XVII.
En este mausoleo se encuentran los restos del marqués Pedro de Toledo Osorio, que trabajó para la corte de Felipe II como virrey de Nápoles. Él fue quien fundó el convento de La Anunciada de Villafranca, creado para su hija María como monja clarisa, quién reposa en la cripta del convento junto a su padre en este panteón recuperado ahora para la historia y la visita turística.
Para la presentación pública de esta importante pieza funeraria se hizo ayer en la villa del Burbia un sencillo acto. Estaba el director general de Patrimonio de la Junta, Enrique Saiz; la madre priora, abadesa de La Anunciada Manuela Rodríguez; los herederos de aquel legado patrimonial e histórico, Marita Caro y Cristóbal Halffter, así como la alcaldesa de Villafranca, Conchi López, junto con la directora del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales con sede en Simancas, Milagros Burón.
Todos destacaron la importancia de este minucioso trabajo. De los tres años empleados en la restauración, la mayoría se destinaron a elaborar un pormenorizado análisis de los elementos pétreos y maderas del túmulo. Una vez conocido el diagnóstico exacto de las causas del deterioro la restauración se aceleró en los últimos siete meses.
Para ello, el material más pesado del mausoleo (la piedra) fue tratada en la propia cripta villafranquina) y la madera y elementos desmontables de menor peso, en el centro que la Junta tiene en Simancas.
La abadesa de La Anunciada agradeció a todos la colaboración y los esfuerzos realizados y también aprovechó para recordar que aún quedan cosas por hacer en este histórico y religioso recinto. Citó así la restauración de los frontales del altar de la cripta y las pinturas de la bóveda. La religiosa clarisa se comprometió a seguir cuidando este importante patrimonio, cuestión por la que Saiz le reiteró el agradecimiento público.