El Cristo de 1892
El Museo Alto Bierzo exhibe un viejo programa de las fiestas de Bembibre como pieza del mes en vísperas de las celebraciones.
El programa de 1892, en el cartel de la pieza del mes.
Hace 122 años, ya había fuegos artificiales en las Fiestas del Cristo de Bembibre. Se jugaba a la cucaña y las parejas asistían a bailes públicos o de sociedad. Y no faltaban, por supuesto, los actos religiosos.
A pocos días del comienzo de las fiestas patronales que la capital de la cuenca del Boeza celebra el próximo fin de semana, el programa de exposiciones temáticas del museo municipal Alto Bierzo ha señalado como pieza del mes un programa de los festejos del Cristo en 1892.
La pieza, que se presentará hoy miércoles a las 20.00 horas consiste en un cartel textual anunciador de la programación completa para los días 13, 14 y 15 de septiembre de aquel año, cuando a Bembibre todavía no había llegado la electricidad, y la minería estaba por desarrollarse y cambiar la faz de la villa. El programa reseña las actividades de carácter sacro: liturgias, procesiones y sermones, y las de carácter profano como los fuegos artificiales, la música tradicional y de bandas o los bailes públicos y de sociedad, así como los distintos juegos o las competiciones de cucaña.
El cartel festivo está impreso en papel, en la Tipografía López de Astorga y posee unas medidas aproximadas de 43 cm de alto y 15 cm de ancho; y aunque presenta pérdida parcial de volumen, la lectura es obvia.
«Desde el punto de vista gráfico ofrece un diseño simple, que intenta captar la atención del público presentando con un formato diferente (en negrita y en cursiva) la tipografía del Cristo titular de las Fiestas Patronales de Bembibre, el Santo Ecce Homo patrono del Bierzo. Algo similar ocurre con la simetría de los actos programados, que hacen del desarrollo del festival de fuegos artificiales el principal atractivo del cartel publicitario, al dedicarle la mayor parte del soporte literal. Ello incide de forma negativa en el mensaje visual de los otros eventos organizados, que han de adaptarse a un espacio más limitado y ofrecer una descripción mucho más exigua; de manera primordial en lo referente a las manifestaciones religiosas y a la disposición de los desfiles procesionales, de vital importancia para conocer la mentalidad del Bembibre de aquel periodo», señalan desde la Concejalía de Cultura en la nota de presentación de la nueva pieza del mes con la que se promociona el museo.