La oferta actual se mantiene a pesar de la baja matriculación
Francisco González, director de la Escuela de Ingeniería de Minas maneja un aparato de topografía en el campus de Ponferrada.
La cifra no es defintiva porque todavía pueden incorporarse más alumnos tras los exámenes selectivos de septiembre, pero a 31 de agosto, tan sólo había cuatro alumnos matriculados en Topografía en Ponferrada. No mucho mejor le iba a la carrera de Ingeniería de Minas que se imparte en León y que debería confluir con Topografía en una doble titulación, porque apenas habían formalizado su inscripción cinco estudiantes.
La continuidad de las dos carreras, sin embargo, no está ahora mismo en duda, a la espera del impulso que la ULE quiere darles con la convalidación de asignaturas, en un momento en que las profesiones de ingeniero de minas o topógrafo no están entre las más demandas en el mercado laboral.
No llega a la decena de alumnos nuevo tampoco, la titulación de Ingeniería Forestal.
La situación contrasta con el éxito, un año más de las dos carreras de la rama de Ciencias de la Salud, donde la demanda es superior a la oferta. Es el caso de Fisioterapia, que arrancará el curso con 54 alumnos. Y Enfermería lo hará con 59 estudiantes.
La Universidad de León ha evitado en los últimos aumentar el número de plazas de las dos titulaciones sanitarias con el argumento de que el mercado laboral podría quedar saturado a medio plazo con un exceso de titulados, especialmente en el caso de Fisioterapia, una carrera que exige un sobresaliente de media para acceder a alguna de las plazas ofertadas.
La cifra de nuevos alumnos en el Campus del Bierzo, y siempre a la espera de que se matricule alguno más este mes, ronda ahora mismo los 125. De las titulaciones originales, la ULE ha retirado de su oferta educativa la carrera de Ingeniería Agroalimentaria, con baja demanda a pesar del peso que el sector tiene en el Bierzo.