Cinco intoxicados por monóxido en el incendio de un edificio en Ponferrada

Se mascó la tragedia pero finalmente quedó en un gran susto. Diez vecinos de un edificio de viviendas de tres plantas ubicado en el número 29 de la avenida del Sil de Ponferrada, todos ellos sudamericanos, se vieron afectados durante la madrugada de ayer por el denso humo procedente del incendio que se originó en la planta baja del inmueble, en el hueco de la escalera. Las causas se desconocen, pero las consecuencias pudieron ser graves de no ser por la rápida intervención de los bomberos. De los diez inquilinos del edificio, cinco tuvieron que se trasladados al Hospital del Bierzo por inhalación de monóxido de carbono. Todos ellos de la misma familia.

El reloj marcaba las 4.04 horas de la madrugada cuando los efectivos del cuerpo de extinción de incendios y salvamento de Ponferrada recibieron la llamada de aviso de un incendio que mantenía encerrados en sus viviendas a todos los inquilinos. Las llamas estaban localizadas en la planta baja, en el cajón de la escalera comunitaria, y el humo ascendía con rapidez afectando al resto de estancia. En el primer piso, los bomberos localizaron a una pareja, ambos ilesos. Por su parte, otras dos personas permanecían en el piso intermedio después de que un tercero, asustado por el humo y la proximidad de las llamas, decidiera escapar del inmueble por una de las ventanas, ayudándose del cableado de la luz y de la propia fachada para salir a la calle.

Finalmente, de la vivienda de la última planta, la tercera, los efectivos de extinción evacuaron a la familia de cinco miembros que tuvo que ser trasladada al centro asistencial berciano. El más afectado era el padre, F.H.G, de 41 años de edad. Su mujer y sus hijos —M.M.A.H, de 34 años, y C.H.A, Y.J.J y J.E.H.A, de 9, 11 y 12 años— también habían inhalado monóxido de carbono, pero en menor proporción.

Qué fueran ellos los únicos heridos fue consecuencia de su proceder ante el incendio. Según relataron los bomberos, al detectar el humo, los cinco intentaron abandonar el edificio por la escalera. Salieron de la vivienda y se toparon de frente con la intensa humareda. Decidieron entonces regresar a casa. El problema es que en toda esta maniobra, no cerraron la puerta de entrada y el humo se coló en su vivienda por lo que estuvieron expuestos al monóxido de carbono de forma directa y durante más tiempo que el resto de vecinos. Terminaron por refugiarse en la cocina, donde permanecieron hasta que fueron evacuados por los bomberos y atendidos, in situ, por los facultativos del Sacyl antes de ser llevados al hospital.