Alonso presentó facturas para llevarse sus tres máquinas en 2010
El grupo Alonso aportó las facturas de compra de las tres locomotora de ancho Renfe que se llevó del Museo del Ferrocarril en enero de 2010 para demostrar que eran de su propiedad y no formaban parte del material de la concesión del tren minero entre Ponferrada y Villablino, cuyo titular es la Consejería de Fomento de la Junta de Castilla y León.
Los abogados de Victorino Alonso presentaron entonces una demanda para reclamar las locomotoras 53 (una Coulliet belga de 1924), 54 (una Marcinelle belga de 1927) y la 55 (una Nasmith Wilson inglesa de 1891) y el pleito se resolvió sin necesidad de acudir a juicio, al contrario de lo que informaba ayer este periódico, una vez que la asesoría jurídica del Ayuntamiento comprobó la validez de las facturas, según confirmaron fuentes municipales.
La salida de las tres locomotoras se produjo a mediados de enero de 2010, en una operación que requirió el uso de dos grandes grúas.
El Ayuntamiento ya estudia ahora tres alternativas para sacar la pequeña Henschel de Gaiztarro de la vía muerta si finalmente no le queda más remedio que entregarla a sus propietarios.