CONTINÚA LA TENSIÓN
Vecinos de Flores hacen patente su rechazo a las obras del dique
Impiden el acceso a una de las fincas afectadas por el trazado
Efectivos de la Policía Nacional se desplazaron al lugar donde se encontraban vecinos y técnicos.
El avance de las obras de construcción del dique del Sil a su paso por el barrio de Flores avanza a trompicones. Tras el inicio de los trabajos la semana pasada, la reanudación de las labores de señalización del espacio por el que discurrirá el trazado se encontró ayer con la oposición de una veintena de vecinos que impidieron a las máquinas de Dragados ocupara parcela afectada por el proyecto.
«Han llegado hasta aquí sin ninguna documentación sobre la zona que iban a ocupar» señalaba uno de los afectados, mientras que otro acusaba al proyecto de «falta de coherencia», y todo con una importante presencia de efectivos de la Policía Nacional desplazados a la zona.
A primera hora de la mañana se vivieron los momentos de mayor tensión, fruto de la cual, una de las participantes en la protesta, N.M. de 48 años de edad, sufrió un ataque de ansiedad, por el que tuvo que ser trasladada al Hospital del Bierzo.
Los representantes de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil se brindaron a presentar la documentación requerida a los vecinos, e incluso, ante la insistencia de estos por paralizar los trabajos en aquel punto del río, sopesaron trasladar el lugar de laboreo de las máquinas a otro punto del trazado.
Por su parte, desde el colectivo de vecinos se volvió a insistir en la «falta de coherencia del proyecto, pues mientras en unas zonas, el dique no se separa ni cinco metros del cauce para salvar alguna empresa que está instalada, en otros entran en las fincas hasta cincuenta o sesenta metros».