Cimientos de la economía berciana

La nueva Vizcaya que soñó el ingeniero Julio Lazúrtegui para Ponferrada, y por extensión para la comarca berciana, allá por la década de los años 20 del siglo pasado o las más recientes obras de ingeniería pública que han sacado al Bierzo, al menos parcialmente, de su aislamiento secular. El proceso transformador de «la zona regable del Bierzo», como bautizaron los diarios de la época la construcción del embalse de Bárcena o el nacimiento del gigante español de la electricidad, Endesa. Pilares de la generación de riqueza y el aprovechamiento de los recursos de la zona que encontraron en el proyecto de la cementera Cosmos la ‘horma para su zapato’.

Y es que desde que arrancara hace noventa años la producción de cemento en la factoría de Toral de los Vados, pocas son las realizaciones que han contribuido al desarrollo de la comarca que no han llevado el sello de Cosmos. De sus silos de cemento han salido las toneladas de este ingrediente básico para materializar las iniciativas gubernamentales tanto tiempos de la República, el Régimen franquista o la Democracia.

Proyectos que, como es el caso del embalse de Bárcena, contribuyeron a la transformación del Bierzo en una doble vertiente. Por un lado con ese despertar industrial con el que soñó Lazúrtegui, mientras que por el otro con la puesta en valor de una huerta berciana que hasta entonces no podía calificarse casi ni de subsistencia.

Otra de las obras de ingeniería que contribuyó a transformar la agricultura de la zona central del Bierzo fue la materialización de los proyectos del Canal Alto y Canal Bajo del Bierzo. Éste último, con trece kilómetros de longitud en su arteria principal, tiene su origen en el Plan General de Canales de Riego y Pantanos de 1902, si bien el inicio de las obras se retrasó hasta 1934 al ser incluido en el primer Plan Nacional de Obras Hidráulicas de la Segunda República. Tras el paréntesis de la Guerra Civil, las obras se reanudaron en 1940, siendo inaugurado en 1956. Por su parte, el Canal Alto recorre 24 kilómetros hasta su conexión con el río Cúa, desarrollándose en la década de 1950.

Más recientemente, parte de la producción de cemento fabricada en la factoría que Cosmos tiene en Toral de los Vados ha tenido como destino importantes realizaciones de obra pública. Éste es el caso de la mayor obra de infraestructura realizada en los últimos tiempos en la comarca del Bierzo: los tramos bercianos de la Autovía del Noroeste. 52,5 kilómetros de autovía para sortear los obstáculos de las sierras del Courel y los Ancares. Medio centenar de kilómetros en los que viaductos o puentes, como de Samprón, con una altura de 140 metros —equivalente a un edificio de 40 pisos— y una longitud de 540 metros, significaron un reto tanto para sus diseñadores como para quienes, como Cosmos, aportaron sus conocimientos en el mundo del cemento, para convertir este proyecto en realidad. Una realidad que ha contribuido a sacar a la comarca de su aislamiento, al poner fin a años de precarias y peligrosas comunicaciones por carretera con Galicia.

De regreso a la capital berciana, Cosmos no faltó a la cita con la última gran obra de infraestructura viaria realizada en Ponferrada: la construcción del Puente del Centenario. Una realización de 13,3 millones de euros que permitió la unión de los barrios de los Judíos, el Plantío y Compostilla.