Gratis para los peregrinos
Nació a la sombra del Camino de Santiago, curó a enfermos de peste y de lepra, a vecinos de la ciudad y a vagabundos e indigentes. Y quinientos años después sigue fiel a sus origenes y asiste gratuitamente a los peregrinos. En lo que va de año han sido más de 300 y algunos, aquejados de diarreas o gastritis, además de las lesiones musculares habituales y las rozaduras en los pies, llegan a permanecer hasta tres días. «El Hospital es de la gente», dice De Cela.