Ponferrada alerta del deterioro de la Herrería si sigue parada tras su reforma

«Si la Herrería de Compludo no empieza a funcionar se deteriorará muy rápido», ha advertido el concejal de Cultura y Conservación del Ayuntamiento de Ponferrada, Santiago Macías, para apremiar a la Junta de Castilla y León a que entregue las obras de rehabilitación y avanzar así en la licitación de la gestión de las visitas al monumento.

Un mes después de que el director general de Patrimonio, Enrique Sáiz, anunciara a los periodistas el final de las obras, Macías insistió en que el Ayuntamiento sigue sin recibir la notificación escrita donde la administración comunique el final de los trabajos de acuerdo con el compromiso que adquirió con los propietarios, paso previo para que el consistorio elabore un pliego para adjudicar su gestión, siempre de acuerdo con los dueños del inmueble declarado Monumento Nacional en 1968.

Macías recalcó que la Junta se comprometió por escrito con los propietarios, no sólo a restaurar el tejado y el mazo de la fragua, también a habilitar un aseo para el vigilante-guía y a instalar una turbina para que el inmueble tenga electricidad y sea autosuficiente. Macías, que no ha visitado la Herrería tras su restauración, desconoce si la Junta ha cumplido con las condiciones estipuladas.

Mientras no llegue la notificación, el Ayuntamiento no podrá actuar. «Nosotros no podemos elaborar el pliego si no disponemos del espacio en condiciones. La licitación depende de que se hayan cumplido», afirmó. Y reocrdó que la Junta alcanzó «un compromiso por escrito con los propietarios».

Macías teme ahora que la Herrería se eche a perder. «Si el mecanismo no se pone en funcionamiento, el mazo se va a estropear otra vez», advirtió.

La Dirección General de Patrimonio ha invertido 50.000 euros para restaurar el edificio, que data de mediados del siglo XIX, se levanta en un lugar donde ya había fragua en época visigoda, y emplea la tecnología hidráulica propia de las herrerías medievales.

A punto de cumplirse dos años desde su cierre al público debido a los problemas de seguridad que causaba el mal estado de la cubierta, y retirado el vigilante que se encargaba de abrir y cerrar el edificio, el Ayuntamiento ya ha informado que tiene intención de adjudicar su gestión a una empresa turística, de forma que el mantenimiento del edificio no genere gastos al Ayuntamiento. La duración y las contrapestraciones están pendientes de negociación con los propietarios.