INFRACCIÓN URBANÍSTICA
El Ayuntamiento de Bembibre es condenado a derribar un lagar ilegal
El nuevo edificio se realizó en una calle y afectó al muro de una propiedad particular.
Arriba el lagar construido en la calle, que deberá ser derribado, y en primer plano el muro privado que debe ser reconstruido.
El Ayuntamiento de Bembibre y la Junta Vecinal de Arlanza han sido condenados por una infracción urbanística muy grave. La construcción de un lagar en un vial público, realizada a finales de 2010 en la pedanía de Arlanza, podría suponer una sanción de entre 300.000 y 3 millones de euros.
A finales de 2010 y en el primer periodo de 2011 se realizaron en la pedanía de Arlanza unas obras para construir un lagar, que tenía como finalidad la conservación de las dos únicas piezas originales que tuvo en su momento el lagar comunal, la viga y la piedra de contrapeso. La nueva infraestructura se construyó en unos terrenos «que el Plan General de Ordenación Urbana de Bembibre, aprobado por acuerdo de la comisión Territorial de Urbanismo en julio de 2005, clasifica como suelo urbano consolidado con destino a vías públicas», según consta en la sentencia que ahora condena a la Junta Vecinal de Arlanza como promotora de la actuación y al Ayuntamiento de Bembibre como responsable final.
Los terrenos lindan con una propiedad privada cuyo titular, Silvino Tato, aseguraba a este periódico haber advertido de forma reiterada tanto al Ayuntamiento como a la propia Junta Vecinal, de la ilegalidad de la actuación, desde antes del inicio de la misma, así como del riesgo de que la construcción afectara al muro de contención que separa su finca particular de los terrenos destinados a vial. «Se lo advertí varias veces al técnico municipal y al entonces responsable de obras, Roberto Camblor, que ahí iba una calle y no podían edificar, además de que dañaban mi propiedad y toda la respuesta que recibí fue a ver si sabía más yo que el Ayuntamiento», dijo.
Finalmente, el muro de contención se derrumbó y Tato reclamó a los responsables municipales la reconstrucción del mismo, algo que a día de hoy no se ha realizado, y tras recibir el silencio como respuesta se decidió a plantear la demanda que cuatro años después ha generado una sentencia que le da la razón en sus reclamaciones.
Según la sentencia, la Junta Vecinal de Arlanza es la primera responsable como promotora del proyecto en el que según Tato, intervinieron ambos organismos: «Hasta donde yo sé la junta vecinal puso los materiales y el Ayuntamiento los obreros. ¿Cómo se les ocurre construir ellos mismos un lagar en una calle?». La sentencia refleja así mismo la ausencia de la preceptiva licencia urbanística.
El fallo del juez del Contencioso administrativo número 3 de León condena al Ayuntamiento de Bembibre «a incoar y tramitar el procedimiento sancionador por infracción urbanística contra la Junta Vecinal de Arlanza como promotora», una infracción que en este caso se considera muy grave y con una sanción que se incluiría entre los 300.000 euros y los tres millones. Además ordena la demolición de lo construido «y el restablecimiento del orden jurídico alterado», lo que incluye la restauración del muro de contención en la propiedad privada del demandante, todo ello en un plazo de tres meses.