Castaña de oro al rey de la Mencía

«Artista que hace vinos más que un vinatero que hace arte». «Librepensador del vino». «Rey de la Mencía y príncipe del Godello». «Druida del vino». Calificativos que ayer sonaron con fuerza en el Palacio de Canedo y dirigidos al enólogo más internacional con que cuenta en estos momentos la comarca del Bierzo, Raúl Pérez, en el transcurso de la entrega de la undécima edición de la Castaña de Oro que anualmente organiza la Fundación Prada A Tope.

Unos premios con los que se quiere distinguir la promoción de la comarca del Bierzo, y que en esta ocasión han querido reconocer en Raúl Pérez la proyección que hace de la comarca a través de sus vinos «que llevan siempre la seña de identidad del Bierzo, independientemente de que sean de Valdemimbre, Ribeira Sacra o Sudáfrica», reconoció el jurado.

Raúl Pérez recogió ayer en Canedo el testigo de otros ilustres bercianos galardonados con este premio, entre los que se encuentran Amancio Prada, Feliciano Fidalgo, Luis del Olmo, Raúl Guerra Garrido o Antonio Pereira, agradeciendo «el apoyo de mi familia y mi equipo de trabajo», y con un recuerdo muy especial «para mi sobrina —tristemente fallecida en un accidente laboral en una bodega en fechas recientes— que me ha ayudado mucho en mi trabajo».

Previamente, Pérez reconoció coincidencias con la fundación a la hora de entender el Bierzo como su proyecto «no como un proyecto individual, que no te lleva a ningún sitio, sino como uno colectivo que hace que se hable de ti». Asimismo, destacó que «la trayectoria de nuestro equipo de trabajo es recuperar variedades, zonas que se quedan en el olvido y sitios que si no vamos a trabajar allí, en ocho o diez años van a desaparecer».

En estos momentos, el galardonado reconoció encontrarse en una «fase de descanso hasta la primavera», para encarar entonces proyectos en Argentina y África, así como «algunos proyectos nuevos en Cantabria, que ya está en la bodega y, después de tres años vamos a sacar un proyecto nuevo en la zona olvidada de León en materia de viñedo como es La Bañeza. Lo importante es no parar».

En cuanto al Bierzo, Pérez quiso llamar la atención sobre la situación en la que se encuentran zonas productivas como Magaz, Camponaraya, Los Barrios, San Juan de Paluezas «donde está prácticamente desapareciendo el viñedo», recordando, a continuación que de las 9.000 hectáreas productivas de hace una década se ha pasado a las 3.500 actuales.

Una reflexión compartida por José Luis Prada, quien reclamaba un «acto de contrición de todos» para invertir «una situación que se nos está yendo de las manos». A su juicio, «en esa andadura de las bodegas hacia la excelencia, en esa dinámica hay que meter al viticultor».

Tras el acto de entrega del premio, Raúl Pérez procedió a encender la iluminación navideña del Palacio de Canedo.