Diario de León

SUCESOS

Muere calcinado un hombre en el incendio que arrasó su casa en San Justo de Cabanillas

El cadáver de Luis G. se localizó entre los escombros de lo que fue el salón de su vivienda

La vivienda quedó completamente calcinada por la acción de las llamas durante las varias horas que duró el incendio

La vivienda quedó completamente calcinada por la acción de las llamas durante las varias horas que duró el incendio

Publicado por
M. Á. C. / J. C. f. | NOCEDA
León

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Vivía solo y su casa se encontraba en las afueras del pueblo. Sus raíces familiares no lo ligaban a la localidad de San Justo de Cabanillas. Un aislamiento que pudo resultar determinante en el fallecimiento de Luis G. C. , de 68 años de edad, después de que se incendiase la vivienda que ocupaba en la calle La Iglesia de la citada localidad y nadie atisbara las llamas en la oscuridad hasta que estas ya estaban incontroladas.

Pasadas las 7.00 horas de este miércoles un vecino de esta localidad del Bierzo Alto realizaba una llamada al teléfono de emergencias 112, alertando de que un incendio estaba devorando una vivienda en esta pedanía de Noceda del Bierzo —situada a 32 kilómetros de la capital del Bierzo— y que una persona podría encontrarse en su interior.

Al lugar de los hechos se desplazaron efectivos del parque de bomberos de Ponferrada, con una dotación material formada por un camión autobomba y un vehículo ligero de intervención rápida, así como integrantes del servicio de emergencias sanitarias de la Junta de Castilla y León con una UVI móvil, equipo médico del Centro de Salud de Bembibre y agentes de la Guardia Civil, sin que nada pudieran hacer por salvar la vida del fallecido ni por detener el avance de las llamas, que finalmente sólo dejaron en pie los muros del edificio. Unos muros de piedra, testigos de la magnitud del incendio, que, como relató el alcalde de Noceda, el popular Manuel Gómez, se resquebrajaron por la acción del fuego.

Pasadas las 11.30 horas, los bomberos localizaban el cadáver de Luis G. C. después de haber ‘peinado’ cuatro habitaciones del inmueble. Tras limpiar de escombros las tres habitaciones, el cadáver se localizaba en lo que antes del incendio fue el salón de la vivienda.

En ese momento se desvanecían las mínimas esperanzas que albergaba la veintena de vecinos de San Justo de Cabanillas de que el propietario de la vivienda pudiera encontrarse con vida. Luis G. C. no tenía automóvil y para desplazarse a otras localidades contaba con la ayuda de los vecinos, — «como este martes que lo llevó una chica que le hacía unas horas en casa, para que enviara un paquete e hiciera unos ‘recaos’ en Bembibre»—. Pero aún así, los vecinos confiaban en que «pudiera haber llamado por teléfono a un taxi y que estuviera en otro sitio», apunta una de las vecinas cuya vivienda se encuentra relativamente cercana a la calcinada. Sin embargo, la realidad no concedió esta gracia.

Luis G. C. había llegado a San Justo unos años atrás, procedente de Barcelona. Había comprado y restaurado la casa que finalmente se convirtió en su ataúd por Internet, para pasar su jubilación alejado de la gran urbe catalana dedicado a «cuidar sus gallinas y sus animales». De allí, llegará hoy al Bierzo su hermano para hacerse cargo de los restos de este sexagenario que esta mañana será sometido a la preceptiva autopsia en el anatómico forense ponferradino.

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