«Cuando llegamos allí, la casa era llama viva»
Operarios de la funeraria sacan los restos de la víctima del edificio calcinado.
«La voz de alarma la dio un vecino que vio un gran resplandor al final del pueblo», apunta unas de las primeras vecinas que llegó al final de calle La Iglesia donde tenía su domicilio hasta el día de ayer Luis G. C.
Sin embargo, los vecinos nada pudieron hacer por salvar la vida del fallecido. «Cuando llegamos allí, la casa era llama viva. Toda la casa era una bola de fuego y el tejado ya estaba caído», afirma, mientras lamenta que «otras veces cuando me levanto al baño suelo asomarme por la ventana para ver cómo está la noche, si está helando o no, pero esa noche no miré».
El alcalde del municipio de Noceda del Bierzo, Manuel Gómez, confirmó que la pedanía de San Justo de Cabanillas cuenta con bocas de riego y mangueras para hacer frente a incendios pero que en este caso no hubieran servido de nada para actuar contra las llamas habida cuenta de la magnitud del incendio.
Los efectivos del cuerpo de Bomberos de Ponferrada desplazados para sofocar este incendio, tuvieron que intervenir —tanto en la extinción del mismo como en el refresco de la zona y el desescombro para localizar el cadáver— durante más de cuatro horas.