Ponferrada planea el aprovechamiento de sus montes con un coto micológico

La riqueza de los montes de Ponferrada apenas repercute económicamente en las arcas municipales. De hecho, según confirmaba la concejala de Medio Ambiente, Cristina López, la riqueza de la masa forestal de Ponferrada dio en el último ejercicio anual 30.000 euros. De esta cifra, según estipula la nueva legislación, el 90% debe repercutir de nuevo en obras para el territorio productor, frente al 15% que revertía antes de cambiar la normativa. Cabe reseñar que la mayoría de los aprovechamientos forestales están en manos de las juntas vecinales de Ponferrada y es en ese organismo administrativo a donde van a parar los fondos más sustanciosos, y no a las arcas del Ayuntamiento.

En medio de este contexto, desde el área municipal de Medio Ambiente de Ponferrada se quiere aprovechar mejor los recursos existentes y obtener una rentabilidad económica y social mayor de la existente. ¿De qué forma? Pues, con un plan de actuación en el que se recojan ideas y proyectos que ya han venido funcionando en otros municipios. Son actuaciones que en la comarca se dan, por ejemplo, en el municipio de Sancedo, donde la madera y la riqueza micológica producen suculentos resultados. Lo mismo que sucede en otras regiones españolas, especialmente en la zona del País Vasco o Navarra, en donde el cuidado de sus montes roza la perfección.

En el caso de Ponferrada, según la concejala Cristina López, una de las ideas que seguramente resulta más atractiva y que tampoco costaría mucho poner en marcha es la de crear una especie de coto de setas, un coto micológico. Todo regulado y con la previsión de que esa riqueza que ahora mismo está sin aprovechar repercuta en bienes sociales para la ciudadanía. Se lograría así tener los montes cuidados, limpios y vigilados. Y a la vez productivos. Ya no sólo con el único aprovechamiento forestal y cinegético, sino las importantes posibilidades de uso diverso, como las citadas setas.

Este proyecto de aprovechamiento micológico está sobre la mesa de la Concejalía de Medio Ambiente y ya han existido propuestas y conversaciones con entidades sociales y culturales, como asociaciones micológicas, que durante estas fechas de otoño e invierno, e incluso durante el resto del año, se muestran muy activas. «Son cuestiones a tener en cuenta, porque el aprovechamiento cinegético tiende a desaparecer», resalta la edil.