Seprona y Miño-Sil investigan un vertido que tiñó de color azul el arroyo del Bayo

Tanto el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil como la Comisaría de Aguas de Ponferrada de la Confederación Hidrográfica Miño-Sil han abierto una investigación para esclarecer las causas de un vertido que en la mañana de ayer tiñó de color azul las aguas de un ramal del arroyo de la Dehesa, en el Polígono Industrial del Bayo, en Cubillos del Sil. Técnicos de ambos organismos tomaron las consiguientes muestras y, a la espera de los resultados de los análisis definitivos, fuentes de la Subdelegación del Gobierno adelantaron que «en principio, no parecía un vertido tóxico porque no se ha detectado mortandad de flora o fauna». Por su parte, la Confederación prefirió no pronunciarse al respecto, posponiendo la respuesta para finales de esta misma semana, una vez disponga de los resultados concluyentes.

Lo único que sí aclararon desde el organismo de cuenca es que el vertido «procede de la red interna del Bayo, de alguna de las industrias» que en él operan. Y es que este área industrial carece de depurada propia. Hecho que ayer, aprovechando la coyuntura, volvió a denunciar el concejal del Mass en el Ayuntamiento de Cubillos, Tomás Ramos. Él mismo explicó que tras recibir el aviso, se personó en el lugar del vertido y que del azul inicial, la aguas se tornaron blanquecinas para después adquirir una apariencia turbia. «Parecía una cloaca», lamentó e insistió en el hecho de que el área industrial no disponga de depuradora y, para más inri, «todavía no haya sido conectada a la Estación Depuradora de Aguas Residuales (Edar) de Villadepalos. En este sentido, cabe recordar que el proyecto de conexión a la Edar debe desarrollarse en dos tramos. El primero ya ha sido ejecutado con cargo a fondos de la Junta de Castilla y León pero el segundo, el que debe conectar el tramo ya hecho con la depuradora, está pendiente de ejecución y compete al Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente.

El ramal del arroyo de la Dehesa afectado por el vertido de la red interna del Bayo recoge todas las aguas de la parte baja de este polígono industrial y vierte al arroyo de los Barredos, que a su vez desemboca en el río Cúa y éste en el río Sil. De ahí el peligro que un vertido industrial podría suponer para la cuenca.

«Hemos tomado muestras y vamos a intentar tener una respuesta lo más pronto posible», garantizó la Confederación Hidrográfica Miño-Sil, sin querer levantar alarmas dado que nada indica de momento que se trata de un vertido contaminante.

Por su parte, el alcalde de Cubillos del Sil, José Luis Ramón, defendió que lo que hay que hacer es esperar a conocer los resultados definitivos y, eso sí, garantizó que la administración que dirige ha sido testigo directo de las importantes inversiones que las empresas asentadas en el Bayo han hecho en la recirculación de sus aguas para evitar vertidos que puedan superar los parámetros permitidos por la legislación. José Luis Ramón también informó de que nada más conocer la noticia del vertido se puso en contacto con las industria solicitándoles que extremen las precauciones y vigilen sus circuitos a la espera de conocer los resultados de los análisis realizados.