Los expertos subrayan que el impacto paisajístico es bestial

Los testimonios e informes periciales que se presentaron en la vista sobre la explotación de Catisa en la cantera de Peña el Rego delimitan como «impacto paisajístico bestial» los efectos de la actividad extractiva, ajena a medidas correctoras adecuadas, tal y como exige el fiscal conforme a la ley. «Cualquier medidor cartográfico, la Sigpac u otro comercial deja ver la devastación sobre la zona, un impacto paisajístico bestial», indicó Teodoro Abad, experto vinculado a la Fiscalía de Medio Ambiente que evaluó la acción de la cantera en el entorno de las Médulas. Efecto visual inevitable desde la atalaya del mirador de Orellán, explicó el perito, y redundante si se advierte que la cuenca visual es de no más de cuatro mil metros ante un kilómetro de frente de explotación. A preguntas del fiscal el experto abundó en su intervención en la oportunidad de corregir y limitar efectos a través de una valoración de impacto ambiental que nunca fue. «Esta afección al espacio natural se podría paliar o restringir, con pantallas, frentes en media luna; pero no así», Abad indicó ante el tribunal que el daño es muy grave, ya que «no se recuperará de forma natural una vez que cesó la actividad». «Otra cosa es el efecto sobre el río que sale del lago de Carucedo, afectado por la sedimentación, que se corregirá una vez que se limite y frene la actividad extractiva». En ese sentido, el fiscal recordó que en el embalse de Peñarrubia se acumulan 14 metros de lodos «de arena y cal, de la cantera, no del sílice natural del entorno». La aportación pericial de Abad concluyó con una valoración sobre el coste de la rehabilitación del entorno: «No menos de 500.000 euros», una cantidad relevante frente a los 37.000 consignados este año por el plan de rehabilitación. Agentes del Seprona que investigaron sobre la zona, indicaron que la cantera ya sobrepasaba en el año 2004 la zona autorizada para la explotación. «La ocupación estaba fuera del perímetro», dijeron. La declaración de los agentes corrobora las tesis del fiscal sobre el daño ambiental causado a la zona en el tiempo en el que se actuó en espera de licencia, que resultó infructuosa en el caso del impacto ambiental.