Beda atendió sólo en enero a 23 nuevos pacientes con problemas de alcoholismo
La cifra confirma la tendencia al alza de 2014, cuando 76 personas iniciaron terapia.
El Centro de Tratamiento de Alcoholismo (Beda) del Bierzo, dio a conocer ayer los datos referidos al año que acaba de terminar y son preocupantes, dado que se ha notado un ligero incremento en el número de personas con adicción al alcohol que acuden a sus instalaciones en busca de un tratamiento. Y si inquietante fue el final de 2014, 2015 no ha empezado mucho mejor y es que en sólo un mes, enero, Beda ha atendido a 23 nuevos pacientes. Una cifra demasiado elevada para las medias mensuales que vienen registrándose en los últimos años, según reconoció la psicóloga del centro, María Bretaña, pero que de momento no se puede explicar. Quizás —apuntó— la cercanía de la Navidad y los excesos que se cometen lleva a muchas personas a tomar la decisión de poner su problema en cura. Esos 23 nuevos usuarios son casi el doble de los registrados en enero de 2014.
Lo cierto es que los datos registrados en el primer mes del año que acaba de empezar no hacen más que corroborar la tendencia al alza que se viene registrando en los últimos ejercicios. Así, a lo largo de 2014, Beda atendió a 76 pacientes nuevos que se engloban dentro de los 388 con los que trabajó, dado que la terapia tiene una duración de dos años y se trabaja también con los familiares de los usuarios en tratamiento. Son todos ellos los que integran el cómputo global.
El 82% de los nuevos pacientes fueron hombres, es decir 63, frente al 18% de mujeres. La edad varía entre los 21 y los 70 años pero el perfil mayoritario es el del varón con una edad comprendida entre 40 y 60 años. En este sentido, la psicóloga de Beda destacó el importante porcentaje de jóvenes de entre 21 y 30 años, que suponen ya el 14% del total de usuarios en tratamiento.
Ello lleva a fijar la atención directamente en la edad de inicio y, aquí, sorprende que se haya elevado la media en un año, pasando de los poco más de 14 en 2014 a los algo más de 15 años en 2015. Es preciso aclarar, no obstante, que ese ligero incremento se debe principalmente a que se ha incrementado también la edad de inicio en el consumo de alcohol por parte de las mujeres, que se acerca ya a los 18 años. En cambio, los nuevos bebedores varones siguen teniendo en torno a 14 años. En cuanto al margen de edad, el año pasado llamó también la atención de la dirección de Beda la llegada de un grupo no pequeño de señoras mayores que presentaban adicción en algún grado.
En lo que a datos clínicos se refiere, los pacientes de Beda son, en un 82% de los casos, consumidores diarios y es el alcohol la principal droga que consumen. No obstante, un 74% de los nuevos usuarios son también fumadores y un 23% consumían otras drogas en el momento del inicio de su terapia, fundamentalmente cocaína y cannabis.
También la situación laboral de las personas con problemas de alcoholismo que deciden acudir al centro para el tratamiento y la asistencia ambulatoria de su adicción es un factor importante a tener en cuenta y pese a lo que pudiera parecer, no son los parados la mayoría. De hecho, de los 76 nuevos pacientes atendidos por Beda en 2014, el 38% eran personas en activo y el 32% sin empleo. Asimismo, un 25% del total de usuarios fueron pensionistas y jubilados.
La familia, crucial
Si Beda trabaja directamente con familiares de personas en tratamiento eso es porque ellos juegan un papel crucial tanto en el control como en el apoyo de los pacientes. De hecho, la mayoría de los alcohólicos que se deciden a dar el paso y ponerse en tratamiento —prácticamente la mitad de los pacientes de Beda— lo hacen por consejo familiar. Frente a estos, un 34% acude al centro de tratamiento por iniciativa propia y sólo un diez por ciento lo hace por derivación de los servicios sanitarios. «El 91% de los pacientes cuenta con apoyo familiar durante el tratamiento», destacó la psicóloga de Beda.