Las cuencas despiden al minero muerto en el pozo Salgueiro

Más de un millar de personas se dieron cita en la iglesia parroquial de San Pedro, en la Plaza Mayor de Bembibre para dar su último adiós a José Antonio Pereira Díez, el minero que perdió la vida en el desprendimiento ocurrido el pasado jueves en el pozo Salgueiro.

Bembibre vivió ayer una nueva jornada de duelo minero. Las escenas de dolor habituales en estos casos se repitieron en la plaza mayor en la que también se dieron cita los alcaldes del Bierzo Alto así como el primer edil de Ponferrada, representantes políticos de todo el Bierzo, sindicalistas y, sobre todo, compañeros y vecinos formaron el último cortejo a José Antonio, cuyo cadáver fue posteriormente trasladado a hombros hasta el cementerio como señal de reconocimiento al compromiso de este minero con el sector y con sus propios compañeros de tajo. No en vano, hay que recordar, que José Pereira fue uno de los mineros que no dudaron en echarse a la carretera para portagonizar la segunda ‘Marcha Negra’ en defensa del sector del carbón.

Fue una jornada de duelo, con emociones a flor de piel. En la que todos todavía se lamentaban de la mala suerte de este accidente y el mal fortunio de José Pereira al que la mina la caída de un costero le segó la vida a escasos seis meses de prejubilarse y tras más de dos décadas de arrancar carbón de las entrañas de las montañas bercianas.

Tiempo de lamentos, pero también de reivindicaciones. Y entre estas sonó con fuerza la efectuada por Izquierda Unida por boca de su coordinador provincial, Santiago Ordoñez, señalando la extrañeza por el hecho de que el fallecido fuese precisamente el minero de seguridad y anunciando que Izquierda Unida pedirá explicaciones sobre este accidente en el Congreso a través del diputado Gaspar Llamazares. «Si era el delegado de seguridad y estaba allí por algo sería. No es de recibo que un costero se caiga en las condiciones que estaba. Vamos a pedir explicaciones y si posteriormente tenemos que pedir responsabilidades no vamos a cortarnos ni un pelo», aseguró Ordóñez.

De hecho, desde un primer momento desde la empresa se informó que la zona en la que estaban trabajando los tres operarios en el momento del derrumbe era un lugar «de acceso complicado».

Sin contar aún con los resultados del informe de los técnicos de Minas, los sindicalistas de UGT y CCOO prefieren esperar y, por el momento, compartir el dolor de la familia, unido a la incertidumbre que vive la comunidad minera por los momentos difíciles que atraviesa su modo de vida. 

El responsable regional de la Fitag-UGT Jorge Díez, ya avanzó que este pasado viernes los técnicos de la dirección general de Minas realizaron una primera visita a la zona del derrumbe y el secretario provincial de Industrias Extractivas de CC.OO, Omar García, quiso dejar claro el apoyo «a todos los compañeros y su familia  en un día triste para el sector minero, que vuelve tristemente a recordar que no somos unos privilegiados, como muchos dicen, sino que un minero pone en riesgo cada día su vida en el trabajo».