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PONFERRADA

La oposición rechaza la cesión del complejo deportivo del campus y bloquea su licitación

PP y PSOE quieren que todo lo decida la próxima corporación y el alcalde les acusa de abocar las instalaciones al cierre.

La bancada del grupo popular, en uno de los primeros puntos que se sometieron a la votación del Pleno de Ponferrada.

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No habrá cesión de uso de las instalaciones deportivas del campus de Ponferrada al Ayuntamiento antes de las elecciones. Y por tanto no habrá nueva licitación de su gestión a corto plazo. ¿Las consecuencias? Depende de a quién se le pregunte.

Los votos del Partido Popular y los del PSOE cerraron ayer el paso a los planes del equipo de gobierno municipal de Ponferrada para hacerse cargo en solitario del complejo deportivo del campus —propiedad de la Universidad de León (ULE), que no está dispuesta aportar más fondos para su mantenimiento— y adjudicar de nuevo su explotación en concurso público. PP y PSOE, que según el alcalde, Samuel Folgueral, funcionaron ayer como «un nuevo bipartito» también votaron en contra de una extensión de crédito para pagar 485.000 euros de facturas correspondientes a gastos del pasado año, pero registradas en este por las empresas y proveedores del Ayuntamiento.

Tanto el PP como el PSOE coincidieron ayer en rechazar el convenio con la ULE que el equipo de gobierno de los concejales no adscritos e IAP sometían a la aprobación del Pleno para aceptar la cesión de uso de las instalaciones y garantizar que seguirán abiertas el próximo curso. La oposición justificó su negativa—que ya hizo innecesario el siguiente punto, que sometía a votación el expediente de licitación —con el argumento de que el equipo de gobierno ha actuado con precipitación, sin negociar con otros grupos y sin facilitar la documentación a tiempo, y debe ser la próxima corporación la que decida tras las elecciones cómo se gestionará el complejo del polideportivo cubierto, que incluye piscinas climatizadas.

El portavoz del PP, Juan Elicio Fierro, instó además al alcalde a negociar con la ULE para prorrogar unas semanas más el acuerdo que hasta ahora ha mantenido en funcionamiento tanto las instalaciones cubiertas como los campos donde juegan los niños del Club Deportivo Santas Martas.

Y la edil del PSOE, Paula Rodríguez, expresó su temor a la carga que podría suponer el complejo, especialmente si el déficit de explotación lo cubre el Ayuntamiento.

El alcalde y el concejal de Deportes, Sergio Gallardo, insistieron, sin embargo, en que la negativa de la oposición aboca al cierre a las instalaciones porque «revertirán» a la ULE, que ya ha dejado claro que con su presupuesto actual no puede mantenerlas abiertas y quiere dejar sin efecto, de forma unilateral, el actual consorcio con el Ayuntamiento. «Uno de los clubs más antiguos de Ponferrada, que funciona desde 1959, se quedará sin instalaciones y 16 trabajadores irán a la calle», aseguró Gallardo en alusión al Club Santa Marta, que usa los campos de fútbol, y a la plantilla de la empresa que se ha venido ocupando del complejo cubierto.

Al término de la sesión, el alcalde fue aún más lejos y acusó a la oposición de actuar «como un nuevo bipartito» y por motivos electorales. Folgueral calificó de «lamentable» que «se haga campaña electoral por algunos grupos a costa de los ciudadanos» y reiteró que la gestión que proponía el equipo de gobierno, además de garantizar la continuidad de las instalaciones y de los puestos de trabajo, hubiera permitido al Ayuntamiento ahorrar «el 50 por ciento» de lo que ahora aporta para el mantenimiento del complejo.

Fierro entiende, por el contrario, que el equipo de gobierno es el único responsable de la situación. «La responsabilidad es de ellos, de su inacción, de su incompetencia» y «si hay consecuencias para los usuarios de las instalaciones, que lo tengan claro, ellos son los únicos responsables porque no se puede traer (el asunto al Pleno) con los informes al revés y de forma precipitada». El edil entiende que el equipo de gobierno ha tenido tiempo desde agosto de resolver el problema «y si no se ha hecho hasta ahora, no hay inconveniente en que la situación se prorrogue y sea la nueva corporación la que decida», argumentó. «Cada uno que aguante la vela que le toca a su palo», concluyó.

No llegó a escuchar sus palabras del presidente del Club Santa Marta, donde juegan decenas de niños, José Antonio González Alonso. «¿Y ahora los llevo a merendar a sus casas?», se iba preguntando en voz alta mientras abandonaba el salón de plenos, visiblemente enfadado.