¡Qué vienen los maios! y con ellos la primavera
Villafranca volvió a vestir ayer a sus niños con cañaveiras para celebrar el ritual ancestral de tributo a la naturaleza.
Ataviados con cañaveiras en forma de arbusto humano, los villafranquino más pequeños volvieron a escenificar ayer por las calles de la Pequeña Compostela la llegada de la primavera. Una esperada cita folclórica y natural que no sólo anuncia —con un calendario personal— la inminencia de la estación de las flores, sino también cumple con un rito ancestral de gran tradición y devoción en Villafranca: la Fiesta de los Maios, declarada desde hace algunos años de Interés Turístico Provincial.
Todo el pueblo se involucra en el festejo, «choiva o no choiva» —dicen algunos vecinos—. Y es que ayer la lluvia no pudo con ellos. Tras cortar las cañaveiras y cubrir sus pequeños cuerpos con ellas, dejando únicamente libres la cara y las extremidades, los villafranquinos más pequeños procedieron a recorrer las principales calles de su villa, entonando los cánticos de siempre, al ritmo pegadizo de las gaitas, y recibiendo, a cambio, varias propinas, algunas en forma de castañas secas, bien veneradas a orillas del Burbia.
La naturaleza es la gran protagonista, la madre sagrada a la que hay que rendir pleitesía y venerar, pues de ella depende la supervivencia humana. De sus entrañas sale el agua y el alimento y sus árboles son reserva de oxígeno. Tras el largo invierno llegó a Villafranca la primavera. Lo hizo sin sol, bien es cierto, pero el gris que cubrió el cielo contrastó con el verde intenso de la material vegetal de los improvisados disfraces de los Maios.
«Marzo airoso, abril chuvinoso, sacan a mayo florido y hermoso», fueron algunos de los estribillos entonados ayer por las calles de Villafranca. Cada grupo de maios partió de una zona de la villa, para reunirse, al final, en la plaza Mayor, donde se representó el letargo y el despertar de la naturaleza. Los actos de esta ‘Festa dos Maios’ continúan hoy con la celebración de un ‘Coloquio teatral de amores, mariposas y violetas’, que comenzará a las 23.00 horas y consistirá en la realización de una ofrenda floral y la lectura de varios poemas allá donde reposan los restos del escritor villafranquino Enrique Gil y Carrasco. Un acto enmarcado en la celebración del bicentenario de su nacimiento que todo el Bierzo conmemora este 2015.