Abejas revueltas
Los bomberos de Ponferrada han recogido o eliminado este mes una docena de enjambres en la ciudad. Los bomberos de Ponferrada también tienen mano con las abejas en estas fechas. Desde el 4 de mayo, los profesionales han salido hasta en doce ocasiones para eliminar un ejambre urbano o atrapar a la abeja reina y entregársela a algún apicultor que pueda beneficiarse de la miel en un lugar más adecuado.
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Todavía no han picado a nadie. Pero están dando la suficiente guerra como para movilizar a los bomberos. Son los enjambres urbanos de abejas, aquellos que proliferan bajo el alero de una casa, en el tronco de un árbol, en el interior de una fachada, sin que media la mano del hombre en su crecimiento y cuando llega el mes de mayo se dejan ver y se convierten en motivo de alarma para vecinos y transeúntes,.
Lo demuestra la docena larga de intervenciones que en los últimos días, desde la subida de temperaturas, ha llevado al cuerpo municipal a salir del parque de bomberos para eliminar el peligro que suponen, según los datos facilitados por los propios profesionales. Y no es nuevo. Los bomberos llevan algunas temporadas desarrollando una labor, en muchos casos en colaboración con apicultores a los que avisan o a los que entregan el enjambre si consiguen capturar la abeja reina en una cajas especial. Pero no siempre es posible. En los casos en los que el enjambre anida en el interior de paredes, fachadas o muros de ladrillo que sería necesario picar, los bomberos usan insecticida para acabar con el peligro de que las abejas piquen a algún viandante y después sellan con silicona los agujeros por los que entran y salen.
Los bomberos, está claro, lo mismo valen para un roto que para un descosido. Ayer mismo, cuatro profesionales daban caza a una culebra en la plaza Rosalía de Castro que había asustado a algunos vecinos.