Diario de León

LA FESTIVIDAD DEL CORPUS EN EL BIERZO

La aclamación de las flores

El Corpus convirtió el adoquinado de Ponferrada en un gran jardín de significación cristiana.

Una gran alfombra floral que comenzó a elaborarse de madrugada decoró la entrada a la basílica.

Una gran alfombra floral que comenzó a elaborarse de madrugada decoró la entrada a la basílica.

Publicado por
M. J. A. | PONFERRADA
Ponferrada

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Ataviados con sus trajes de Primera Comunión e igual de ilusionados que el día de estreno, los niños y niñas que esta primavera confirmaron su fe cristiana en Ponferrada fueron los encargados de ponerse a la cabeza de la procesión con la que cada año —siempre sesenta días después del Domingo de Resurrección— se rinde honores a la sangre y el cuerpo de Cristo presente en la Eucaristía. Nunca otro día del año como el ayer celebrado, el entorno de la plaza de La Encina luce de igual manera. Una impresionante alfombra floral, tan grande como llamativa, centró la atención de todos los asistentes a la sombra de los muros de la casa de la patrona del Bierzo. Es el Corpus Christi, una de las citas del calendario religioso de la ciudad que más interés y seguimiento despierta. Y de ello dieron fe ayer la gran cantidad de personas que desde la plaza de La Encina recorrieron a pie —tras el Santísimo, los pendones y los niños de Primera Comunión— las principales calles del casco antiguo.

Con un poco de retraso sobre la hora inicialmente prevista —unos minutos después de las 13.00 horas— partió de la basílica la comitiva procesional. Tras los vigorosos pendones de la ciudad, los niños vestidos de largo, el Santísimo, el rector de La Encina y varios cofrades, caminó también la principal autoridad de la capital berciana, el alcalde, Samuel Folgueral, que estuvo acompañado por la concejal de Medio Ambiente, Cristina López Voces. Fue la banda de música la encargada de cerrar la comitiva con un estridente sonido que a más de uno puso los pelos de punta. Entre los más sorprendidos, los peregrinos que se toparon de frente con una celebración que parecían no entender pero por la que detuvieron su paso, contemplando inmóviles y con la boca abierta el transcurrir de los acontecimientos.

Ya en la plaza del Ayuntamiento de la capital berciana, el rector de la basílica, Antolín de Cela, bendijo con el Santísimo a toda la ciudad y sus moradores para después reiniciar la marcha en dirección a la identificativa calle del Reloj y el convento de las MM. Concepcionistas Franciscanas de clausura, donde se dio por terminada la procesión del día Corpus. Una fiesta que en otras épocas —allá por los siglos XVI, XVII y XVII— se completaba con la representación, por parte de los vecinos de danzas y bailes religioso-litúrgicos ante el Santísimo. Era el propio Ayuntamiento de Ponferrada quien les convocaba, formando pequeñas paradas militares de arcabuceros con banderas e insignias propias especialmente vistosas.

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