«Retomaremos la junta de portavoces dada la diversidad del Ayuntamiento»

Gloria Fernández Merayo ofrece su primera entrevista como alcaldesa de Ponferrada y lo hace tendiendo la mano a los grupos de la oposición, de los que depende su mandato. Está abierta al diálogo continuo y a la colaboración y garantiza que trabajará desde la humildad, la pasión, la honestidad y la transparencia.

—Ya es usted la primera alcaldesa de Ponferrada.

—Sí y es un orgullo como mujer y, sobre todo, como ponferradina. La oportunidad que se me brinda de poder representar a todos los vecinos de mi ciudad y de lo pueblos es un orgullo y es una responsabilidad, pero la afronto con ilusión, con ganas de trabajar y con confianza. Confío en la responsabilidad del resto de los partidos políticos y de los distintos representantes que hemos constituido la nueva Corporación y tengo muchas esperanzas puestas en que vamos a saber llevar esto adelante entre todos.

—Hay dos diferencias fundamentales de esta legislatura con las anteriores. Una, que por primera vez una mujer asume el bastón de mando. Otra, el papel crucial que juega la oposición al no haber mayoría. ¿Cómo influye esto en su forma de hacer política?

—Para mí, la labor de oposición siempre ha sido importantísima y dignísima. La oposición debe controlar y criticar al gobierno, es su labor, y el equipo de gobierno debe contar con la oposición, debe facilitarle las cosas y debe intentar acercar posturas e implicarla lo más posible en las tareas de gobierno; porque, repito, las grandes cuestiones del Ayuntamiento son tarea de todos, no sólo del equipo de gobierno. Todos somos representantes del ayuntamiento.

—Hablemos de áreas de gobierno. ¿Tiene más o menos perfilado el reparto de las concejalías?

—Me tiene que disculpar pero el lunes (hoy) vamos tener una reunión con todos los concejales electos de mi grupo y a lo largo de la semana con los distintos integrantes de la Corporación y, por respeto, quiero que sean ellos los que conozcan primero la manera de organizar el Ayuntamiento. Debo una lealtad al resto de integrantes de la Corporación. No me lo tome como oscurantismo, pero creo que estos pequeños gestos hacen Ayuntamiento.

—En todo caso, ¿va a haber una reorganización de concejalías?

—Lo único que le puedo decir es que hay cosas que estimo que pueden funcionar mejor de otra manera. Hay cosas que pueden ser más operativas.

—Uno de los asuntos que más interés despierta entre los ciudadanos son los sueldos políticos. Entramos en dedicaciones exclusivas. ¿Cómo plantea usted el reparto de las dedicaciones exclusivas?

—Tenemos que estudiarlo a lo largo de la semana, pero ya le digo que se va hablar con el resto de grupos políticos porque somos muchos. En este sentido, ya le adelanto que una de las cosas que se va a retomar es la junta de portavoces, dada la diversidad del Ayuntamiento y de los grupos políticos presentes. Creo que es sano, que este órgano municipal le va a dar coherencia, viveza y organización al Ayuntamiento. Es importante para muchas cuestiones del día a día y, sobre todo, para las grandes cuestiones del Ayuntamiento. Es bueno, es democrático, bien entendido que las decisiones, en última estancia, corresponden a la Alcaldía y al equipo de gobierno, pero luz y taquígrafos y participación de todos.

—En ese reparto del trabajo con la oposición ¿puede ir incluida alguna dedicación exclusiva para ediles de otro grupo?

—No le puedo avanzar nada porque no lo hemos contemplado todavía. Las dedicaciones exclusivas, de momento, no entran dentro de mis conversaciones con el resto de grupos políticos.

—Y ¿qué papel juega Ciudadanos si ya se ha dicho que no van a entrar en el equipo de gobierno?.

—Sí que les hemos invitado pero ellos, lícitamente, en su programa marco nacional no quieren participar en el gobierno municipal. El acuerdo es programático y no nos ha sido difícil firmarlo porque la mayoría de las medidas que ellos plantean en cuanto a regeneración y desarrollo económico ya las llevaba en mi programa electoral. Es un pacto de programa y, sobre todo, de dar estabilidad.

—Se mantendrá a lo largo de la legislatura...

—Espero que sí y, es más, espero sumar más grupos políticos a esos acuerdos. Confío, incluso, en que haya acuerdos que sean por unanimidad o por una amplia mayoría.

—Qué cree que debe cambiar con respecto a la política que se estaba haciendo hasta ahora?¿Qué se estaba haciendo mal?

—Más que lo que se estaba haciendo mal, lo que no se estaba haciendo. Falta dinamismo. Nosotros vamos a ir a donde haga falta, llamaremos a cien puertas. Hay que interactuar con las administraciones europeas, con las grandes empresas, con los grandes foros empresariales. En este sentido, en mi cabeza están ya dos citas importantes que, por discreción, no voy a develar pero que creo que voy a tener antes de mediados de julio y que pueden reportar muchas cosas buenas para Ponferrada.

—La primera reunión como alcaldesa ha sido con los mineros. ¿Qué puede hacer usted?

—Mi apoyo absoluto a un sector que lo está pasando mal y que es fundamental para la economía del Bierzo. Entiendo su situación y su sensibilidad, porque hay unos acuerdos que no se están cumpliendo. Reivindico la defensa del carbón y también de otros sectores, como el del metal. No quiero que nadie se sienta olvidado, tampoco los jóvenes, que son el futuro de Ponferrada. Por ellos hay que intentar traer empresas y ofertar suelo industrial.

—¿Cree que le dejarán cumplir los cuatro años de mandato?

—Desde luego mi proyecto es a cuatro años. Si yo no pensara que puedo gobernar y hacerlo bien, con acuerdos, para llevar adelante Ponferrada, me habría quedado en mi casa. Estoy convencida de que vamos a ser capaces, entre todos, de llevar a buen puerto el barco que hoy empieza su singladura. Nos corresponde sentar las bases de los próximos 50 años.