El Pleno de Ponferrada aplaza la aprobación de retribuciones para retomarla antes de 10 días
La ruptura del acuerdo con el PSOE aboca a la alcaldesa a retomar las negociaciones para consensuar los sueldos con la oposición.
Los hechos acontecidos tan sólo 24 horas antes, con la ruptura del acuerdo que el equipo de gobierno había alcanzado con el PSOE y la imposibilidad —según dijo la alcaldesa— de asumir las contraprestaciones puestas sobre la mesa por USE, ya habían marcado la orientación del pleno celebrado ayer en el Ayuntamiento de Ponferrada, el que debía ser de organización pero que ciertamente no organizó nada.
Los puntos más importantes del orden del día —los que tienen que ver con la determinación de las retribuciones, de los cargos de confianza y de los representantes en los órganos supramunicipales, consorcios y empresas públicas; y en el Patronato de Fiestas— quedaron sobre la mesa a petición expresa de la alcaldesa y presidenta del Pleno, Gloria Fernández Merayo, que obtuvo el respaldo mayoritario de la Corporación. El aplazamiento de la votación para poder reiniciar los contactos con el resto de grupos a fin de consensuar la distribución de las asignaciones económicas salió adelante con el voto a favor del PP, Ciudadanos y Coalición por el Bierzo; y la abstención de USE y el PRB. Por su parte, PSOE y Ponferrada en Común (PeC) votaron en contra.
«Todos estos puntos se llevaron a pleno por una propuesta negociada y consensuada con el PSOE, que tan sólo 24 horas antes de esta sesión decidió, unilateralmente, romper el acuerdo. Por ello, propongo dejarlos sobre la mesa, para poder hablar con el resto de partidos y consensuar la organización y la composición», explicó Fernández Merayo.
Por alusiones y después de que la portavoz del PP, Amparo Vidal, reprochase la conducta de los socialistas y afirmase que «cuando doy mi palabra, yo sí la cumplo», el que ayer obró como portavoz del PSOE tras la dimisión de Ángela Marqués, Olegario Ramón, aseguró que «las decisiones que se adoptan en el PSOE son colegiadas» y, responden, por lo tanto, «a la posición del PSOE y del grupo socialista» y no de una única persona. «Agradecería entonces al PSOE que me indicara con qué órganos y personas debemos hablar en el futuro», le respondió Vidal.
Pese a que los cuatro puntos de mayor peso no fueron debatidos, el pleno se prolongó durante dos horas, en parte, por las reivindicaciones realizadas fundamentalmente por los portavoces de PeC y PRB. El primero, Miguel Ángel Fernández, volvió a lamentar, esta vez ante el Pleno, que el PP haya conseguido apoyos «a golpe de talonario»; y el único concejal del PRB, Tarsicio Carballo, reprochó a la alcaldesa no haber intentando conformar una mayoría «sería y estable» en el marco de una Corporación dividida en siete partes. Algo que no se consigue —interpretó Carballo— «ofreciendo comisiones como quien ofrece boletos de tómbolas». «Usted lo ha hecho muy mal, por eso estos momentos estamos así, en una situación realmente complicada».
En el lado opuesto de la crítica se posicionaron C’s y CB como socios de gobierno que son del PP. Ambos apelaron a una «oposición leal» y con criterio. «Lo que hay que hacer dar una estabilidad lo antes posible para empezar a trabajar. Nosotros hemos venido a facilitar las cosas», dijo la portavoz del C’s, Rosa Luna.
Por su parte, en lo relativo a las retribuciones, el portavoz de USE, Samuel Folgueral, consideró acertado dejar el asunto sobre la mesa ante la ausencia de acuerdo y defendió la reducción de las dedicaciones exclusivas y parciales de las ocho contempladas a cinco. También el PSOE consideró excesivo el gasto en este sentido. «La Ley Montoro nos habla de máximos, pero no deberíamos nunca llegar a esos máximos», consideró Olegario Ramón.