Una ordenanza para proteger los árboles monumentales

Ya es oficial. El tejo milenario de San Cristóbal de Valdueza, los árboles del amor del parque Gil y Carrasco y así hasta once ejemplares y especies diferentes ubicadas en distintos puntos del municipio de Ponferrada se encuentran desde ayer protegidas por su propio ordenanza municipal. La nueva normativa, que defiende la conservación de arbustos como la glicinia de la Casa de los Escudos, en el casco antiguo de la ciudad, o el evónimo del cementerio de Rimor, entró ayer en vigor con la publicación de la norma en el Boletín Oficial de la Provincia. Se trata de un normativa que parte de mediados de la década pasada y que el anterior equipo de gobierno heredó y sacó adelante por unanimidad en uno de los últimos plenos de su mandato.

Concluido el plazo de información pública sin que se presentara ninguna alegación, la ordenanza ya es efectiva. Se trata de evitar el deterioro de aquellos elementos vegetales que por sus características excepcionales, ya sea debido a su interés científico, histórico, cultural o social, merecen un grado de conservación especial por formar parte del patrimonio ambiental y cultural del municipio.

El negrillo de la avenida de Galicia en Cuatrovientos, el almendro de la plaza Mallorca, un cedro en el parque Gil y Carrasco, o un nogal en Espinoso de Compludo, son otros ejemplos.