Peregrinos sobre raíles

«Nos hemos animado a coger este tren del peregrino por la posibilidad que ofrece de que unos vayan andando y otros haciendo turismo. Así cada uno se adecua a lo que puede o quiere», así explicó ayer a su parada en Ponferrada una peregrina el motivo que le llevó a embarcarse en esta experiencia que ha promovido Renfe. El llamado ‘tren del peregrino’ es una alternativa diferente para realizar el Camino de Santiago desde Madrid en apenas cinco días con paradas en Astorga, Ponferrada, Monforte de Lemos y Ourense hasta llegar a la catedral de Santiago.

En esta experiencia participan 110 peregrinos, algunos de los cuales han optado por hacer trayectos en bici. «La falta de tiempo nos impide realizar el verdadero Camino de Santiago, así que al ver esta oferta mi amigo y yo nos animamos rápidamente a venir con nuestras bicis para poder disfrutar más relajadamente de los diferentes pueblos por los que pasamos», explicó otro de los peregrinos.

No solo amigos y familias se han unido a esta iniciativa, sino que también personas en solitario han decidido subirse al tren. «Cuando me enteré de la existencia de este tren me pareció una manera muy curiosa de poder hacer el camino a mi edad porque mis piernas ya no me dejan caminar mucho y como ninguna amiga se animó, viajo sola», apuntó otra mujer. Aunque sin duda, unos de los peregrinos más curiosos fueron una pareja de México que descubrió en un viaje de trabajo a Madrid esta iniciativa y no dudó ni un segundo en sacar billetes para ellos y sus hijos. «Nos pareció una experiencia increíble para vivir con los niños y para que ellos pudieran disfrutar sin cansarse mucho», explicó este peregrino mexicano. Estos pequeños tenían una edad comprendida entre los 2 y los 12 años y pudieron en el tren compartir aventuras con otros menores que también viajaban con sus familias. Muchos de estos peregrinos eran novatos pero otros también repetían, como el caso del matrimonio mexicano que hace quince años realizaron el Camino de Santiago a pie.

La tónica común que repetían todos estos viajeros de procedencias tan diversas como Madrid, Barcelona, Murcia o Andalucía era la frescura del tiempo. «Es una gozada estar a estas temperaturas después de llevar más de un mes a 40 grados en Madrid», comentó uno de ellos. En cuanto al ambiente que se respiraba en el tren del peregrino todos coincidían también en destacar la amabilidad y el disfrute que estaban viviendo. «Somos un grupo muy heterogéneo y andamos algo desperdigados pero hay muy buen trato entre todos», explicó una de las peregrinas.

Durante su estancia en este particular alojamiento pueden disfrutar de diferentes rutas y paisajes como Foncebadón, Riego de Ambrós o Las Médulas, que fueron algunos de los lugares que pudieron visitar ayer. La mayoría optaron por un viaje de turismo desde el tren porque, según señaló una de las peregrinas, «alrededor de un 60 por ciento viajan siempre en tren y el otro 40 por ciento hacemos rutas en pie o en bici». Ayer, antes de llegar a Ponferrada, estuvieron en Astorga y hoy tienen previsto viajar a Monforte de Lemos. Cuando lleguen el lunes a la catedral de Santiago obtendrán como recuerdo un certificado facsímil emitido por la propia catedral porque las etapas que se realizan no posibilitan conseguir la Compostela. Las próximas salidas para aquellos que quieran animarse a vivir esta experiencia serán el 13, 20 y 27 de agosto desde la estación Chamartín en Madrid. A pie, en bici —con la que pueden viajar a bordo— o sentados desde el asiento del tren, estos peregrinos disfrutan de su particular ruta jacobea.