Palacio pide al Cristo el «resurgir» de Bembibre con «soluciones creativas»
La presidenta del IEB le insta a que «nos libere» de la insolidaridad y el sectarismo.
Recordó a Jorgito el inglés, que así le llamaban en el Bembibre de mediados del siglo XIX al viajero británico George Borrow. Y acabó su pregón con un fragmento del romance El arriero de Bembibre . Pero en el medio dejó un discurso en el que animó a los presentes a superar la crisis «con soluciones creativas» y «aprovechando con cordura los recursos que puedan llegar a la zona.
La presidenta del Instituto de Estudios Bercianos (IEB), Mar Palacio Bango, pregonó ayer las Fiestas del Cristo de la capital del Bierzo alto apelando al patrón para no sólo «siga siendo símbolo de unión entre los bembibrenses», sino «que sea el testigo del resurgir de la zona, gracias al esfuerzo y a la confianza» de todos. La pregonera le solicitó «al Cristo atado a la columna» (el popular Ecce Homo), «que nos libere de las ataduras de la insolidaridad con las desigualdades, del sectarismo con los que no piensan como nosotros y que no permita que nos olvidemos de los que pasan por momentos de necesidad provocados por las hipotecas, los desahucios o el paro».
Palacio, que recordó sus primeros pasos como profesora en el instituto de Secundaria El Señor de Bembibre, y se refirió a bembibrenses que han sido reconocidos con el título de socio de honor del IEB como Ángeles Alonso, fundadora del taller de costura e impulsora del Museo Alto Bierzo y la residencia de ancianos, Eloy Gundín «alma mater de la Peña de Montañeros Gistredo» o el científico afincado en Alemania Ángel Alonso, se refirió al viajero George Boarrow para recordar que cuando hace unos 170 años «recorría España vendiendo Biblias», fue uno de los primeros escritores en admirar el paisaje de la vega de Bembibre. Y terminó su discurso con el romance de El arriero de Bembibre , porque no en vano, el Ayuntamiento de la cabecera del Boeza «es el único que mantiene una agrupación de música tradicional». Y porque —aseguró animando a acudir de nuevo a las fiestas patronales el próximo año— «todos somos arrieros, y como dice la vieja canción, nos veremos en el camino».