Seis meses más para decidir si se realizan obras por 200 millones
Las restricciones a las emisiones contaminantes es un tema que se viene arrastrando desde la aprobación de la DEI en 2013 y desde entonces se ha venido dilantado la adopción de una resolución definitiva. La vía de restacar a las térmicas del Plan de 17.500 horas no es sino una nueva ‘pelota a seguir’ para ganar tiempo a la espera de que llegue la luz que se precisa para aclarar el futuro regulatorio del sector. Un nuevo ‘tiempo extra’ que también llega con fecha de caducidad: 6 meses. Éste es el tiempo máximo que consideran las eléctricas en el que se debe decidir si se acometen las inversiones medioambientales en las térmicas. A partir de ese tiempo ya sería imposible —entre redación del proyecto, licitación y ejecución de las obras — cumplir con el plazo de 2020.
Unas inversiones que en el caso de la central de Cubillos del Sil se elevarían por encima de los 200 millones de euros —a los grupos desnitrificadores habría que sumar la modernización de los grupos para prolongar su vida útil al menos veinte años más—.