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Mañana de limpieza en Sil y Boeza

Medio centenar de voluntarios recogieron en Ponferrada la basura en las orillas de los dos ríos . La mañana del domingo se está mejor en la cama. ¿¡A quién se le ocurre levantarse para limpiar la porquería que otros tiran impunemente al Sil y al Boeza!? Pues en Ponferrada, ayer fueron medio centenar los que acudieron a la voz de Decathlon. No había ni un político, ni codazos de periodistas. Sí niños y padres entusiastas con la labor.

Ayer, a primera hora retirando basura frente al castillo.

Publicado por
MANUEL FÉLIX | Ponferrada
Ponferrada

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Hay maleducados, pero también hay esperanza. Los primeros están en el pelotón de los inconscientes sociales. Son esos que les da igual salir a la calle o pasear junto al río y pisar porquería. Creen que su casa está sólo en los delimitados metros que pagaron o pagan de hipoteca.

Los segundos —los de la esperanza— son, entre otros, ese medio centenar de voluntarios que decidieron ayer emplear su mañana de domingo para retirar de las orillas del Sil y el Boeza la basura de los primeros. No dejó de ser una acción testimonial, pero a todas luces ejemplificadora para el resto de ciudadanos de Ponferrada.

La mañana nacía mustia, con nubes grises que descargaron agua. El aire olía a limpio y entre los sonidos del río, cerca del castillo templario, el de algún que otro pato. La paz dominguera de la ribera fluvial quedó alterada en exclusiva por el reducido ejército de voluntarios que doblaba el riñón para meter en bolsas de basura desperdicios de los días y la noche anterior.

Botellas de plástico, de cristal de botellón, envoltorios de comida rápida y así un completo catálogo de materia reciclable con diferentes fechas de caducidad. Alguien muy pesimista dijo alguna vez: «Somos la basura que producimos». Y junto a los dos ríos que bañan un extremo de la ciudad había porquería. Tanta como para juntar en unas horas una quincena bolsones de desperdicios.

La limpieza comenzó cerca del puente García Ojeda y terminó en el barrio de Flores del Sil, en las inmediaciones de una conocida fábrica de bloques. La iniciativa de limpieza es de ámbito nacional y fue adoptada por la Fundación Biodiversidad, con la colaboración de determinadas empresas como Decathlon, dentro de un programa sobre conservación del ríos y playas. Alejandro Fernández, de la conocida firma de ropa deportiva y de montaña ponferradina, hacía un balance positivo.

Había también ecologistas del colectivo Tyto Alba. Miguel, uno de sus representantes decía sobre el terreno que la vida del Sil es «variante», y que en el caso del tramo de Ponferrada, entre los puentes de La Puebla y el ferrocarril «baja bastante contaminado». Defiende que en esta zona del Sil hay menos vida que en el Boeza, en donde existe una contaminación, pero es más orgánica y no tan química. Con todo, la entrada en servicio de una depuración sí se ha notado claramente y se va recuperando calidad. Lo que no se da solucionado es la presencia de flora de especies invasoras, como el llamado ‘árbol del cielo’.

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