«Yo no pacté con el PP por Astorgano, sino por el equipo que llevaba detrás»

Hace cinco meses que entró en el Ayuntamiento de Palacios como concejal de Coalición por el Bierzo y teniente de alcalde, ya que fue la llave de gobierno. Desde entonces ha estado haciendo funciones de regidor en la sombra y ahora, en funciones tras la dimisión de Fernández Astorgano, se postula para mantenerse en el cargo. No renunciará a las siglas de CB pese a no tener relación con el partido, del que dice le ha traicionado. De todo ello habla con DIARIO DE LEÓN.

—Como llave de gobierno, pactó con el PP a cambio de ser alcalde los dos últimos años de legislatura. La dimisión de Fernández Astorgano ha precipitado el cambio. ¿Cómo ha vivido todo este proceso?

—Con normalidad, porque yo desde el momento en el que entro sé que la última decisión es la que yo diga. Sabía cuál era mi postura en el Ayuntamiento y realmente llevo cinco meses ejerciendo de alcalde ante la ausencia continuada de Astorgano. Quiero dejar claro que yo no pacté con el PP por Fernando, sino por el equipo que llevaba detrás.

—¿Cuenta, entonces, con el refrendo del grupo popular para ratificarte en la Alcaldía?

—Sí, creo y espero que sí. Además, el número dos del PP vive fuera por motivos laborales, por lo que esté yo de cabeza o esté el número dos de los populares, el que va a llevar el Ayuntamiento voy a ser yo, que vivo en Palacios. El pacto seguirá adelante porque además el acuerdo al que llegué con ellos incluía que yo sería alcalde dos años. Mi idea ahora es empezar de cero.

—¿De cero porque no le ha gustado la forma de hacer política del anterior alcalde?

—Él llevaba el Ayuntamiento de una manera concreta y cuando entré yo le pedí que para ciertas decisiones tenía que contar conmigo. Fue entonces cuando empezaron los roces. Él dice que me faltó humildad, pero el que nos conozca sabe de que lado cae la humildad. A mí me gusta la igualdad de condiciones y que, si por ejemplo, se contrata algo, no se haga a dedo, sino contando con más de un presupuesto. Es verdad que durante su primer mandato hay cosas que no hicieron bien, eso lo veía todo el mundo, pero yo desde que entré busqué la parcialidad. Tampoco me gustaba nada que no pisara por el Ayuntamiento.

—Había cosas que no le gustaban de su legislatura anterior, pero aún así pactó con el PP

—Sí, pacté con ellos pero estamos hablando de un equipo renovado, salvo uno de sus concejales, todos son nuevos. Gente que no tiene nada que esconder. Repito, yo no aposté por Astorgano, sino porque el grupo de concejales que iban con él.

—Ese pacto le valió la ruptura con su partido, que le ha expedientado. ¿Cómo están ahora mismo las relaciones con CB?

—Relación personal no tengo ninguna, pero hasta el pasado jueves he estado hablando vía whatsapp con Iván Alonso. Ellos quieren tener una reunión, pero yo no estoy dispuesto después de haberles visto en la prensa desautorizándome. A mí ahora no me interesa, ya me han dejado por tierra. En todo caso, no cabe en la cabeza de nadie que no quieran tener una alcaldía como la de Palacios con la siglas de Coalición por el Bierzo.

—Entonces ¿seguirá representando sus siglas?

—Sí, sí. Yo no soy afiliado, al grupo mixto me tengo que ir yo, no me pueden echar ellos. Al inicio de la legislatura recibí una llamada para exigirme que firmara la baja y pasara al grupo de no adscritos, pero yo me negué porque si estás en ese grupo no puedes optar a ser alcalde y yo ya había pactado con Fernando Fernández Astorgano que llevaría la Alcaldía los dos últimos años.

—¿Se sintió forzado a votar por un partido, el PSOE, del que había sido concejal y con el que las cosas no habían acabado bien?

—Totalmente. Cuando contactaron conmigo para que fuera su candidato en las pasadas elecciones, fui claro, les dije que había salido a mal con el PSOE por no acatar las órdenes de grupo con las que no estaba de acuerdo. Ellos me dijeron que no había problema y me garantizaron total autonomía en mis decisiones, pero después de las elecciones ya querían que beneficiara al PSOE. Las decisiones en Palacios las tomó yo y eso me lo dejaron bien claro desde el principio. Han sido ellos los que han roto el acuerdo principal para servir a sus intereses en el Consejo Comarcal.

—Anteriormente ha criticado cierta negligencia en el proceder político del alcalde al que sustituye, pero aún así votó en contra de realizar una auditoría de las cuentas del Ayuntamiento.

—Yo voté en contra de la petición del PSOE porque lo que tanto yo como los concejales del PP queremos es que se haga una auditoría más amplía que la que ellos proponen, de los últimos 20 años. Si se audita, que se audite todo, no sólo cuatro años. Y en ese período se incluyen los años en los que yo fui concejal socialista, pero sé que no tengo nada que esconder, como los nuevos concejales del PP.

—Contigo de alcalde ¿Cómo cambiará la manera de hacer política?

—Habrá igualdad y se escuchará a los vecinos. Un Ayuntamiento no lo pueden llevar sólo nueve concejales. Hay que escuchar a la gente y estar un poco más en el ayuntamiento para que encuentren allí a alguien al que exponer sus necesidades. Yo trabajo doce horas todos los días e intento cambiar los turnos con mis compañeros para estar por las mañanas en el ayuntamiento. En este sentido, nunca entendí por qué quiere ser alcalde de Palacios una persona que, al final, iba allí siete horas a hacer su trabajo de médico y se iba. No le preocupaba si Salientes estaba cerrado por la nieve o si las farolas de un pueblo estaban fundidas. Cosas como estas son las que provocaron mi diferencia de pareceres con Astorgano. Él decía que había que hacer política hacia afuera, hacia otras administraciones, que también, pero sin descuidar las obligaciones de un alcalde.

—Ahora mismo ¿Cuáles son las principales necesidades de Palacios?

—Las cuentas están saneadas, hay superávit. Por esa parte bien, pero por ejemplo, lo que ocurre con las infraestructuras ese lamentable. Ahora mismo tenemos un camping cerrado, un hogar del pensionista cerrado, un centro de día construido en época socialista y cerrado, entre otras cosas, porque no se adecúa a la normativa vigente. Sólo que las instalaciones que tenemos cerradas se pusieran en funcionamiento sería un primer paso y ayudarían a crear cierto número de empleos.