Correr para que los niños jueguen
La distancia entre el estadio del Toralín y el edificio de EstaciónArte en el Museo del Ferrocarril se convirtió ayer en una carrera para que ningún niño se quede sin juguete. Y lo fue gracias a la Carrera de la Solidaridad organizada en el marco de las Jornadas de Solidaridad y Cooperación que celebra Ponferrada. El único requisito para participar y audar a un listado de 400 familias más desfavorecidas era entregar un juguete nuevo, envuelto en papel de regalo, inscripción. La niebla, por fortuna, dio una pequeña tregua.