Bembibre comienza a valorar los daños de la riada en los campos de El Barco

Aún deberán esperarse unas fechas para poder conocerse los daños reales que ocasionó la inundación provocada por el desborde del río Boeza en la zona deportiva de El Barco en Bembibre. En esa idea han coincidido los técnicos municipales y los peritos del seguro que visitaron campos e instalaciones el miércoles.

Será más fácil cuantificar los daños en el caso de construcciones como los vestuarios o las casetas en los que el nivel del agua alcanzó los 30 centímetros. Daños en maquinarias almacenadas o la caldera de agua caliente de los vestuarios se suman a los daños ocasionados por el agua. Más difícil de calcular será el efecto de la riada en el campo de césped artificial para el que señalaban «tienen que pasar unas fechas, cambiar la meteorología y poder ver en qué medida afectó al césped como a la infraestructura sobre la que se asienta el césped artificial», remarcaba el concejal Delegado de Deportes, Serafín Vázquez.

Y es que debe considerarse «que no fue una inundación de agua de lluvia, si no que llevaba arrastres de lodo y otras materias que han podido filtrarse en las capas inferiores y el corcho sobre el que se asienta el césped con el consiguiente riesgo en caso de caídas».

Una valoración previa establecerá los primeros pasos para devolver la mejores condiciones a unas infraestructuras deportivas de las que hacen uso más de dos centenares de deportistas en el municipio, al ser el área de juego de los 10 equipos de futbol base, el lugar de entrenamiento del Atlético de Bembibre y de los veteranos.