Denuncian hostigamiento a la viticultura tradicional
Sale a la luz una sanción de la vendimia 2015 en la que la Seguridad Social multa con 7.500 euros a un propietario por dos vendimiadores.
Vendimiadores recogiendo uva en una parcela del Bierzo en una imagen de archivo. l. de l a mata
dl | ponferrada
«Somos una familia que tiene una viña con cepas incluso de cien años y procura atenderla para evitar que se muera como ha ocurrido con las dos terceras partes del viñedo del Bierzo». Éste es uno de los argumentos que esgrime un viticultor berciano en el pliego de alegaciones presentado contra la sanción que le acaba de remitir el Ministerio de Empleo y la Seguridad Social por supuestas irregularidades en la contratación de dos vendimiadores.
Una denuncia que ha vuelto a poner sobre la mesa el terreno inconsistente que se pisa en la realización de labores en el campo, en un escenario como es el del Bierzo, en el que faenas como la vendimia es tradición que se realicen con la participación de amigos y familiares.
«Se está aplicando la ley contra la inmigración ilegal y el fraude como justificación para una sanción de más de 7.500 euros en una vendimia de dos o tres días», apunta el viticultor que recibió en su finca de ubicada en el paraje Pozobello, de Camponaraya, la visita de los inspectores de la Seguridad Social el pasado 18 de septiembre.
Una sanción que está motivada por un error a la hora de tomar los apellidos de los vendimiadores «En el nombre de una persona ponen Fernández cuando es Fernandes, mientras que otra es Noemia y en el acta pusieron Noemí». Dos letras que merecen, la imposición de dos sanciones —a razón de 3.751,20 euros cada una— por sendas infracciones calificadas como graves.
«A mi no me va más, porque esto lo voy a recurrir y lo ganaré en el Contencioso si es necesario, lo que me preocupa es el temor que se ha extendido entre los viticultores de la comarca de que pueden perder su pensión y se están dejando muchas viñas sin podar», apunta.
De hecho, la visita realizada por los inspectores de la Seguridad Social no es la primera que recibe este viticultor —que el mismo se define como un amante de la viña— en los últimos seis años. «Menos en el 2014, que con el tema del Mundial estaban cortadas las carreteras no pisaron la viña, el resto de años he recibido inspecciones. De hecho en 2011 me impusieron una sanción de 11.001 euros por supuesta obstrucción a la investigación del subinspector de la SS. Una sanción que recurrí y me dieron la razón, dejándola sin efecto» apunta.
Sin embargo, este sexagenario señala que no todos los viticultores tienen su determinación para afrontar la visita de los inspectores y que esto está motivando que muchas de las personas que han dado continuidad a ese trabajo en las viñas hayan arrojado ya la toalla. «Es que desde la Inspección de Trabajo se imponen sanciones conociendo la realidad del sector, donde la campaña de vendimia se realiza durante un periodo tan corto, de unos días, con una meteorología cambiante, y que impide contratar personas de hoy para mañana, y que la variabilidad del grado y las características de la uva pueden llevar a obligar a suspender la vendimia de hoy para mañana o al revés».
También está sobre la mesa de debate la cuantía de las sanciones: «La sanción que me imponen supera el total de ingresos por la venta de uva a granel, inferior a 30 céntimos el kilo».