Con tradición familiar

Tanto la inversión como el emplazamiento tienen «motivaciones personales». «Por un lado la motivación sentimental de Angeles Varela Mazón y Álvarez de Toledo, en memoria de su familia, y en especial de su abuela Sara, nacida en Villafranca. Es un homenaje a una dedicación de siglos al cultivo de la vid que fue una forma de vida», señalan como uno de los motivos que han llevado a la decisión de tomar la decisión de realizar esta inversión. Unos vínculos familiares que estarán presentes en la bodega con un pequeños museo histórico de la familia Álvarez de Toledo.

También el emplazamiento elegido guarda relación con esa vinculación de la familia a esa tierra. «Muchas de las 17 parcelas que tuvimos que adquirir para ubicar la bodega, sus propietarios conservan el apellido de nuestra familia».