Diario de León

Los siete magníficos del Consejo Comarcal

La Ley de la Comarca está a punto de cumplir 25 años y su presidentes recuerdan la “lucha” por defender los intereses de este territorio, con las competencias y la financiación como principales caballos de batalla

Jesús Esteban (PSOE); Rita Prada (PSOE); Ricardo González (PSOE); Gerardo Álvarez Courel (PSOE); Jose Luis Ramón (PSOE); y Alfonso Arias (PP), presidentes del Consejo Comarcal del Bierzo a lo largo de su historia, posando junto a la actual sede de la inst

Jesús Esteban (PSOE); Rita Prada (PSOE); Ricardo González (PSOE); Gerardo Álvarez Courel (PSOE); Jose Luis Ramón (PSOE); y Alfonso Arias (PP), presidentes del Consejo Comarcal del Bierzo a lo largo de su historia, posando junto a la actual sede de la inst

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V. SILVÁN
León

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El 14 de marzo se cumplen 25 años de la proclamación de la Ley de la Comarca del Bierzo y a lo largo de este cuarto de siglo, como en la mítica película del oeste de John Sturges, 'Los siete magníficos', sus presidentes han tomado las riendas del Consejo Comarcal para defender los intereses de este reivindicativo territorio y sus habitantes, con las competencias y la financiación como principales caballos de batalla. Desde el primer presidente comarcal, Francisco Alfonso, al último, Gerardo Álvarez Courel, la “pelea sigue siendo la misma” por el desarrollo real y efectivo de esa ley que convierte al Bierzo en la única comarca reconocida en Castilla y León.

Francisco Alfonso, Rita Prada, Jesús Esteban, Ricardo González Saavedra, José Luis Ramón, Alfonso Arias y Gerardo Álvarez Courel. Seis socialistas y uno del PP. Seis hombres y una mujer. Estos son los nombres de las personas que se han situado al frente del Consejo Comarcal desde su constitución en 1991, como una agrupación voluntaria de 37 municipios -más tarde se incorporaría Palacios del Sil- unidos por unas características geográficas, sociales, históricas y económicas que marcan su “singularidad”.

“No disponíamos ni de un bolígrafo, ni de una silla para sentarnos”, recordaba hace diez años con motivo del 15 aniversario el primer presidente del Consejo del Bierzo, Francisco Alfonso, que fue alcalde de Páramo del Sil y falleció en 2006. No llegó a estar un año al frente de la institución comarcal, impotente ante la falta de financiación con la que arrancó y tras recibir sólo 45 de los 100 millones de pesetas de subvención solicitada a la Junta para los gastos de funcionamiento. “Se hizo lo que se pudo. No tenía ayuda de nadie, yo no sabía hacer milagros y ese fue el motivo de dejarlo”, explicaba entonces en una entrevista al Diario de León.

Ya entonces, Francisco Alfonso entendía que la Ley de la Comarca era una ley “coja” porque no hablaba de financiación. “Hay que estar dependiendo de subvenciones, mendigando continuamente”, lamentaba, mientras insistía en que “el sistema de financiación es imprescindible”. Y la financiación, junto a la transferencia de competencias, ha sido una de las preocupaciones “permanentes” de todos los presidentes comarcales que le han sucedido. Lo explica su sucesora, Rita Prada (PSOE), que entiende que “si no hay financiación es muy complicado que se puedan desarrollar una serie de cosas que están ahí y que contempla la ley”.

“El caballo de batalla es la financiación para poder hacer más cosas, la pelea es la misma”, recalca Prada, que cree que mayoritariamente lo que se ha logrado ocurrió en la primera etapa del Consejo, precisamente porque eran los inicios y todos los partidos políticos, incluido el PP, “estábamos de acuerdo en qué teníamos que reivindicar y las competencias que vinieron lo hicieron a través de la presión que se hizo en determinados momentos”. A este respecto, Jesús Esteban (PSOE) también entiende que la falta de recursos propios es un 'handicap' para el desarrollo de la institución y que, en cuanto a competencias, “lo más granado” se consiguió durante el mandato de Rita Prada.

“Un enclave autónomo sentimental”

Esteban, que presidió el Consejo del Bierzo entre 1999 y 2003, lamenta que la Ley de la Comarca del Bierzo nunca haya obligado a que se traspasen competencias y, así, “las que caían aquí lo hacían por misericordia”. Para el que fuera alcalde de Bembibre, estos 25 años son la “historia de una manipulación” y reprocha que la Junta haya creado “una comarca para nada”. “Lo que se hizo con el Bierzo fue un enclave autónomo sentimental de corte romántico para el debate de los problemas bercianos, pero limitando su capacidad a la ahora de asumir competencias, obras o servicios”, afirma Esteban, que anima a seguir siendo reivindicativos y luchar por el desarrollo de la comarca.

El socialista recuerda su mandato y la evolución que ha habido en el reconocimiento del Consejo Comarcal del Bierzo como institución. “Ahora se ve con simpatía y con cariño, pero en mi época ni siquiera se quería poner la bandera del Bierzo en el ayuntamiento, como pasaba en Ponferrada”, cuenta Esteban, que también apunta a los “choques” con la Diputación de León, con José Antonio Díez como presidente. “Tuvimos la guerra de los cuatro años, José Antonio Díez entendió que el movimiento que se estaba haciendo en el Bierzo era en realidad un movimiento secesionista. Lo decía así, que era una traición a la provincia y así nos fue”, apostilla.

Tras Esteban, llegó al Consejo Comarcal otro socialista, Ricardo González Saavedra, que también cree que uno de los principales obstáculos que tiene la administración comarcal para crecer es que no tiene capacidad para financiarse. “La Junta no dota suficientemente al Consejo y nosotros tampoco tenemos capacidad de recaudación. Es una situación rara y extraña”, afirma Saavedra, que entiende que existe una falta total de autonomía que lleva a que una institución de 25 años parezca “todavía un bebé en pañales” porque no le han dejado desarrollar ninguna de sus potencialidades.

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“Lamentablemente, después de un cuarto de siglo podrían haber pasado muchas cosas pero han pasado muy pocas”, afirma González Saavedra, quien también entiende que han llegado una parte mínima de competencias y las de menor calado. Una sensación que comparte su sucesor, el también socialista José Luis Ramón, para quien “la historia del Consejo Comarcal se repite permanentemente, indistintamente de los presidentes”. “A lo largo de estos 25 años, los propios presidentes y las diferentes corporaciones hemos pretendido siempre, como principal objetivo, dotarlo de contenido y de competencias para justificar su propia existencia”, añade Ramón, que apostilla que esa cesión de servicios debe venir no sólo de la Junta y la Diputación, sino también de los propios ayuntamientos, ya que los municipios pequeños y juntas vecinales acuden con frecuencia a la institución comarcal para resolver cuestiones tan elementales como su presupuesto.

Una reivindicación que también mantuvo el primer presidente comarcal del PP, Alfonso Arias, que defiende que en esa delegación de servicios de los ayuntamientos es “donde se tiene que fortalecer el Consejo Comarcal” con el objetivo de tener “más fuerza” de cara a “conseguir más de la Junta y Diputación”. Por ello, no entiende que en estos 25 años diferentes ayuntamientos hayan formado mancomunidades en lugar de haber sido la propia institución comarcal la que hubiera prestado esos servicios.

Por su parte, el actual presidente comarcal, Gerardo Álvarez Courel (PSOE), cree que “está claro” que los ayuntamientos tiene que ceder también algunas de sus competencias porque el objetivo último del Consejo Comarcal debe ser la “autofinanciación” y lograr una cierta independencia y autonomía de administraciones superiores que ahora no tiene. “En la actualidad, más del 97 por ciento de nuestro presupuesto procede de las subvenciones de la Junta y la Diputación y tenemos que conseguir dar la vuelta a ese porcentaje y que el propio Consejo genere la mayoría de sus ingresos. La independencia económica es un objetivo prioritario”, recalcó.

De los plenos en la calle a una sede digna

Pero a pesar de que la batalla por las competencias y la financiación sigue viva, el Consejo Comarcal del Bierzo suma importantes logros a lo largo de estos años. Desde la celebración de los plenos en la calle, en el pasaje Fernández Luaña de Ponferrada, a conseguir una sede estable en el edificio minero durante el mandato de Jesús Esteban, mientras se quedaba en el olvido la promesa de un gran edificio administrativo en La Rosaleda. Ahora, el actual presidente, Gerardo Álvarez Courel, también fija como prioritario para estos cuatro años conseguir una sede “digna”, con condiciones de accesibilidad y trabajo adecuados.

Y así, aunque son pocas las competencias que han llegado y con un marcado carácter social, el Consejo Comarcal ha mostrado su capacidad para poder gestionar estos servicios con calidad y eficacia, como es el caso del Centro de Atención a Drogodependientes (CAD) o Protección de la Infancia. “No puedo evitar recordar una frase de Rita Prada, que decía que el Consejo Comarcal es la mejor ONG de Castilla y León”, bromea Jesús Esteban, que también señala como logro el consenso para dotar al Bierzo de una bandera que logró unir la tradicional bandera blanquiazul de los bercianistas y el Pendón de Lanzas con el rojo de la la Cruz de San Andrés.

Todos los presidente hubieran querido hacer más durante sus mandatos, pero uno tras otro fueron sumando logros para dar entidad y presencia al Consejo dentro de la sociedad berciana -antes incluso algunos lo confundían con el Consejo Regulador de las DO Bierzo-. Así, tras las competencias que llegaron en los primeros años , se fueron incorporando la gestión del Servicio de Atención a Municipios (SAM), el Plan de Pequeñas Obras o Medio Natural, entre otras cuestiones.

Jesús Esteban ya firmó el primer convenio marco en 2003, anticipándose a la aprobación del llamado entonces Pacto Local, y José Luis Ramón consiguió la aprobación de la modificación de la Ley de la Comarca que,“aunque nuestro papel quedó reducido a cosas testimoniales porque la Junta no nos dejaba más margen de maniobra”, consiguió modernizar la institución y darle un protagonismo. El 'popular' Alfonso Arias también puso su granito de arena con la creación del exitoso Banco de Tierras, dejar a cero el déficit comarcal que llegó a 1,3 millones de euros y aprovechar el remanente del primer presupuesto “equilibrado” para desarrollar dos planes de empleo.

Arias lamenta no haber conseguido la delegación de más competencias ni la firma de un nuevo convenio marco -el anterior finalizó en 2013-. Pero esos retos son los que asume el nuevo presidente comarcal, Gerardo Álvarez Courel, que ya ha enviado a la Consejería de Presidencia el borrador para el nuevo acuerdo y que espera pueda ser firmado este verano, con una vigencia hasta el 2020. “Tal vez no haya que centrarse sólo en recibir más competencias sino ampliar las que ya tenemos y su se sabe que hay servicios que están funcionando bien se les dote económicamente con más medios”, añade.

Una mirada al frente

Precisamente, todos los presidentes comarcales ven ahora en la nueva ley de ordenación del territorio otra de las “guerras” que debe librar el Consejo Comarcal para defender su unidad frente a la división del Bierzo en siete unidades básicas (UBOST) -con la incorporación de Montealegre y La Silva, que pertenecen al municipio de Villagatón-Brañuelas- y su reconocimiento para operar como una mancomunidad de interés general con la dotación económica correspondiente. Rita Prada entiende que la nueva ley aplica la premisa de “divide y vencerás” y que, existiendo el Consejo Comarcal, el resto de planteamientos es “enredar más y marear” la perdiz, mientras Jesús Esteban es más escéptico y cree que esta ley, como otras, “se quedará en nada”.

González Saavedra sigue en esa línea, que anima a la Junta a “esforzarse” en la ordenación del territorio en otras zonas de Castilla y León porque en el Bierzo “ya hay una institución con capacidad para desarrollar todos esos servicios”. Por su parte, José Luis Ramón entiende que la batalla en los próximos meses estará en la defensa de los interés del Bierzo en esa ley de ordenación territorial, que además requiere un amplio acuerdo para su aprobación. Alfonso Arias y Gerardo Courel coinciden en confiar en que la Junta haga una “excepción” con el Bierzo y pueda prestar servicios en todo el territorio comarcal como una mancomunidad de interés.

“Tenemos que conseguir que el Consejo Comarcal sea el que gestione la mayoría de esos servicios mancomunados que tenga el Bierzo”, señala Álvarez Courel, que destaca que en estos 25 años se han ido “subiendo peldaños” y reconoce que “queda mucho por hacer” hasta que la Junta culmine la transferencia de competencias que, en virtud de la Ley de la Comarca, están pendientes, incluidas las que puedan ceder los ayuntamientos. “Queda por hacer, mis antecesores los intentaron con fuerza, consiguieron unas cosas y otras no, ahora nos toca a nosotros y tenemos que seguir luchando e intentarlo también”, aseveró el actual presidente, animado por González Saavedra, que asegura que el Bierzo “tiene que seguir en la brecha y seguir trabajando para conseguir esas metas que nos hemos ido poniendo presidente tras presidente, con la esperanza de que el futuro sea mejor de lo que ha sido hasta ahora”.

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