La Encina restaurará los espejos del Camarín con la tutela de Patrimonio
Prepara una muestra para presentar junto a Enrique Sáiz la pieza rehabilitada en Simancas
Primer espejo restaurado. C. SÁNCHEZ
C. FIDALGO | PONFERRADA
La Dirección General de Patrimonio de la Junta de Castilla y León tutelará la restauración de los cinco espejos venecianos del Camarín de La Encina que la parroquia ponferradina proyecta recuperar a medio plazo, una vez que los responsables del Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de Castilla y León ya hayan rehabilitado la primera de las piezas donadas por el rey Felipe V a la basílica hace tres siglos.
El rectorado de La Encina prepara además una exposición con paneles para presentar el primero de los espejos restaurados y contar la historia de la donación —el primer rey de la dinastía de los Borbón y su esposa regalaron las valiosas piezas de orfebrería y vidrio al conocer los tres milagros de María Manuela de Mendoza, atribuidos popularmente a la intercesión de la Virgen de la Encina— y también recibirá la ayuda de Patrimonio para que los técnicos de Simancas se encarguen de la dirección técnica de la rehabilitación pendiente del resto de piezas y para localizar a los artesanos orfebres y vidrieros que por encargo del rectorado de La Encina acometerán los trabajos, según explicó el propio director general de Patrimonio, Enrique Sáiz.
«La Basílica de La Encina seguirá trabajando en la recuperación de los siguientes espejos y desde Patrimonio vamos a ayudarles, no tanto aportando dinero como la dirección técnica y en la búsqueda de los profesionales», aseguró. Patrimonio es encargará así de buscar orfebres, ebanistas y vidrieros con la suficiente cualificación como para, siempre bajo su supervisión técnica, acometer la restauración . Los seis espejos de principios del siglo XVIII están elaborados de acuerdo con la técnica veneciana, mediante el asentamiento de multitud de piezas de vidrio ancladas a un alma interna de madera, oculta por el recubrimiento».
Los espejos han permanecido trescientos años en el Camarín de La Encina, que en breve albergará la muestra con paneles y volverá a lucir en sus paredes la pieza ya restaurada, cuyo desembalaje, tras su restauración en Simancas, también requiere de un cuidado especial, reconoció Sáiz.