Campo del Agua clama ayuda para evitar el desplome de sus pallozas
Declaradas BIC con categoría de conjunto etnológico, existen seis en mal estado.
Estado de deterioro de una de las pallozas, en la actualidad en pie, en Campo del Agua. DL
M. Félix | Ponferrada
Las pallozas de Campo del Agua son Bien de Interés Cultural, con declaración expresa de la Junta de Castilla y León y categoría de Conjunto Etnológico. Aldea del municipio de Villafranca del Bierzo, los rigores del invierno la dejan prácticamente despoblada. De hecho, sus antiguos moradores la abandonaban en los meses más fríos para ir a vivir a Aira da Pedra y convirtiendo así a Campo del Agua en una especie de braña de verano para los animales y habitantes.
Campo del Agua contó con el mayor conjunto arquitectónico de pallozas de Los Ancares, pero cayó en desgracia en 1989, cuando un incendio la arrasó por completo, dejando apenas en pie las paredes. Tras aquel suceso hubo inversión pública en la restauración, pero el tiempo ha hecho languidecer estas construcciones y sus propietarios apenas pueden mantenerlas en pie. Incluso, cuando lo intentan de forma provisional, les abren expediente sancionador.
Cuenta José Barredo, integrante de la Junta Vecinal de Campo del Agua, que han pedido en varias ocasiones ayuda para que estas ancestrales construcciones de importante reclamo turístico. Sin embargo, la ayuda para «teitarlas», colocarle el peculiar tejado de paja, no acaba de llegar por ninguna parte.
Ahora mismo hay tres pallozas en serio peligro. Una de ellas ya no cuenta con tejado. Existe otra a la que el tiempo le está pasando factura, ha perdido más de la mitad de la techumbre y se está desmontando poco a poco. Una tercera palloza, en palabras del propio representante de la pedanía, «está totalmente desgastada». En total hay un cojunto de media docena de pallozas.
Se han restaurado algunas, e incluso se llegó a abrir un taller para la formación de nuevos artesanos que aprendan el oficio de cubrir las pallozas. Pero, con la llegada de la crisis económica, estas ancestrales construcciones se han visto afectadas por la falta de ayuda pública.
Con estos precedentes, hubo intentos de salvar este patrimonio. Por ejemplo, con la cesión temporal, por más de 25 años, de una palloza a la Ciuden. A través de las juntas vecinales de Villar de Acero y Tejeira se abrió en la braña de Villar un refugio, que hoy está activo. El objetivo no es otro que desde la administración se invierta en al menos no dejar caer al suelo la construcción.
