El Bierzo busca en Polonia soluciones a la crisis minera
La Semana Internacional del Campus arranca con una jornada sobre la experiencia de reconversión en la zona polaca de Warmia .
Profesores del programa, con Roberto Mendo y Geraro Álvarez Coruel en el centro. L. DE LA MATA
C. F. C. | PONFERRADA
En el entorno de la universidad polaca de Warmia la minería del carbón es una tradición que ni siquiera la pertenencia a la Unión Europea del país ha conseguido borrar en la última década. Los polacos, sin embargo, como ocurrió en el Bierzo al comienzo de los planes del carbón, están tratando de diversificar su actividad económica con la agricultura, la actividad forestal y el turismo. Al día de hoy es difícil saber qué empleo alternativo están consiguiendo.
Lo contaban ayer los profesores Krystyna Kurowska y Hubert Kryszk, que participaron en la primera jornada de la Semana Internacional el Campus del Bierzo organizada por la Escuela de Ingeniería Agraria y la Escuela de Minas para compartir experiencias sobre la minería, los incendios forestales y las enfermedades del castaño con otros centros de Portugal y Polonia, y de paso, dar a conocer el programa Erasmus, en el que este año participan una veintena de alumnos de Ponferrada.
Kurowska y Kryszk hablaron de desarrollo rural en Warmia y participaron en un debate sobre las similitudes y diferencias entre las comarcas mineras de León y Polonia. Y por momentos, al menos durante el contacto que mantuvieron con la prensa, sus palabras recordaban al discurso habitual en el Bierzo hace veinte años, cuando comenzaba el cierre de minas y se hablaba de las alternativas laborales que el campo, el monte y el patrimonio ofrecían.
Augurios al margen, las jornadas continuarán hoy analizando la forma de prevenir y extinguir incendios forestales en Tras os Montes —habrá además una visita a la zona que ardió en Tabuyo del Monte— usando los modelos de comportamiento del fuego para ello, según adelantó el profesor Fernando Castedo. Por la tarde, Filomena Gomes, de la Escuela Agraria de Coimbra, revelará cómo los portainjertos ayudan a vencer a la plaga de la tinta, uno de los males del castaño.