El plan del Conjunto Histórico de Villafranca entra en vigor tras cinco años de trámites
El Bocyl publica el documento aprobado el 26 de mayo en la Comisión de Patrimonio.
Vista general de la localidad de Villafranca del Bierzo, en una imagen reciente. ANA F. BARREDO
C. F. C. | PONFERRADA
Cinco años de trámites y casi tres meses de espera desde su aprobación en la Comisión Territorial de Patrimonio han sido necesarios para que entre en vigor el Plan Especial del Conjunto Histórico de Villafranca del Bierzo, el documento al que se agarran tanto la Junta de Castilla y León como el Ayuntamiento para rehabilitar los edificios de la zona antigua de la localidad y en especial los de la emblemática Calle del Agua. El plan, aprobado el pasado 26 de mayo y anunciado por el director general de Patrimonio, Enrique Sáiz, durante el congreso sobre restauración que acogió la villa esos días, ya es definitivo después de su publicación ayer en el Boletín Oficial de Castilla y León (Bocyl) y el objetivo es que las nuevas normas que aplique el Ayuntamiento agilicen los trámites a todos aquellos propietarios dispuestos a rehabilitar inmuebles.
La tramitación del plan comenzó el diciembre de 2011, con la aprobación inicial en sesión plenaria del Ayuntamiento y durante el periodo de exposición pública se presentaron 23 alegaciones, nueve de ellas estimadas total o parcialmente.
El objetivo del plan es proteger no sólo el patrimonio cultural de la localidad, sino también el medio ambiente, el paisaje «y otros valores socialmente reconocidos», poner en valor los espacios públicos, mejorar el tráfico y los aparcamientos, y los equipamientos, además de establecer medidas para realizar un seguimiento de las obras.
El documento también añade que la intención es «hacer del conjunto histórico uno de los referentes urbanos más singulares del Camino de Santiago por la calidad urbana, monumental y paisajística que posee», además de frenar el deterioro del patrimonio inmobiliario y garantizarla «transmisión a las generaciones futuras» del «patrimonio urbano y arquitectónico heredado».
El plan también apuesta por una nueva entrada en el núcleo de Villafranca por el corredor del río Burbia conectada con el puente medieval en altura.